Y Probé a ser IMvencible

Triatlon.

martes, abril 03, 2007

Seguimos con el tema…
En primer lugar daros las gracias a todos los que me leen y a todos los que me escriben por vuestros comentarios en el blog. Me hacen sentir, porque saber ya lo sabía, que soy querido y apreciado por, al menos, todas las personas que yo quiero y aprecio. Todos los puntos de vista son válidos y tienen su manera de ver las cosas. Gracias.
Lo que si me gustaría es que no quedara esto blandito, no era esa mi intención cuando escribí las dos últimas entradas, era por contarle a alguien, en este caso a mi blog, cosas que quizás no tendría el valor de contar a nadie a la cara, en mi caso y creo que es algo común, ser francos se confunde con el ser tontos, la educación con la debilidad y así una serie de cosas. Muchas veces no expresamos lo que pensamos para no romper la coraza que nos protege de los demás y no mostrarnos como somos…

El martes pasado tenía que descansar totalmente, pero de nuevo mi tozudez, mi forma de ser me hizo salir disparado hacia la piscina. Cuando nado experimento una doble sensación. Por una parte estoy deseando dejarlo, la señorita Rothenmeller me mira, los instructores, los demás usuarios y temo que sea por lo mal que lo hago. Quisiera saber que es lo que están pensando, me da vergüenza estar tanto rato nadando y que ellos estén cabilando: “¡Vaya pato, qué pérdida de tiempo!”. Mi hermano escuchó el otro día en el vestuario a un jubilado del grupo de las siete de la mañana comentar sobre mí que estoy loco, “¡qué solo hago más que dar vueltas en la piscina!. Por otra parte tengo tantas ganas de hacerlo bien que no puedo estar sin nadar, sólo con la esperanza, ilusa por cierto, de mejorar y salir más cerca de la hora y cuarto del agua que de la hora y tres cuartos… Pues lo que contaba el día de descanso se saldó con dos mil cien metros de nado, según la rutina que marcaba el plan.

El miércoles tenía doble sesión, lo hago notar porque generalmente las dobles sesiones me las pongo yo. Rara vez tengo que nadar y correr o nadar y montar en bici. Por la mañana en la piscina otros dos mil cien metros, siguiendo el plan de natación que me marca mi entrenador y por la tarde tenía que hacer sesenta minutos de rodaje. Tuve que bajar a Murcia y no llovía, pero como no me llevé la ropa, subí a casa para rodar por el monte. Pues como los principios fundamentales de la casuística siempre se cumplen, allí que llego y comienza a diluviar. Esperé un rato esperando a que escampara o al menos no me calara hasta los huesos en los primeros cien metros, ¡qué si quieres arroz Catalina!. Aquello no paraba, así que me fui a coger la máquina que mi santa se compró a principios de año, de esos principios de año en los que todos prometemos cambiar de vida, dejar de fumar, etc. y subí a “la elíptica”. Mi santa la tiene perfectamente engrasada pues casi a diario le da caña después de ir a pasear a los perros. Lo del paseo de los perros es algo digno de contar pero hoy sólo daré un par de pinceladas. ¡Nena, no te enfades, que es broma!.
Mi santa casi todas las tarde que hace “bueno”, le pone las correas al pastor alemán y al boxer e inicia lo que sería un agradable paseo por el monte. Ella está empeñada en hacerlos unos perros buenos y obedientes con sus dotes de “domadora”, profesión que todas las mujeres tienen por segunda ocupación, unas doman maridos, novios o amantes y otras perros, cocodrilos o leones… Ambos perros tiran de mi pobre santa a la vez que ella les ordena cosas como “plas”, “sit” y demás “latinajos” que se supone que los perros entienden… Como si de BEN-HUR se tratara, mi nenica lleva las correas de los perros como si riendas de una cuádriga fuesen. Ella quiere ir a la “Fuente del Caño” de paseo, los perros toman dirección a la “Vereda del Fresno”. Ella quiere ir al “Monte Blanco”, los perricos dichosos se dirigen a “Villa Diego”… y así sucesivamente. El caso es que ha terminado haciéndose amiga de una amable señora de edad inacertable que tiene otros perros, que suponemos de distinto sexo y es al lugar final al que siempre llega arrastrada por los dichosos “corceles”. El caso es que como no hay manera de traerlos de vuelta a casa como no sea encerrados en el coche, la “conductora de la diligencia”, acaba su ejercicio diario subida en la elíptica, viendo alguna película del “plus” y siendo mirada atentamente por sus perricos que se suben al alfeizar de la ventana y babean los siempre relucientes cristales, pensando ambos animalicos, supongo, qué lástima de esfuerzo que está desperdiciando la ama, con lo bien que se lo pasan los tres cuando “van de paseo”. Mi santa con los brazos que le han crecido un palmo gracias a los tirones de los perros, se lo pasa “pipa” dándole caña a la elíptica, asida a sus dos bastones y poniendo en el marcador cifras que no tienen nada que envidiar a la puntuación de muchos videojuegos.
Pues eso, que me subí a la elíptica y durante una hora estuve dándole a los cajetines esos, mirando a cuanta velocidad iba y a cuantas pulsaciones subía, mientras me entretenía con las bodadas de Boris Izaguirre y los encantos de su partenair en la presentación del programa “Channel número cuatro”.
El jueves tras salir del curso me fui a correr por el río y el malecón durante dos horas que era lo que me marcaba el plan. Comentar que pese a tener curso estos días me he podido apañar bastante bien para salir a entrenar. El jueves, como digo, tras acabar la clase me metí en el cuarto de baño de la academia y me puse el disfraz de corredor. Al salir, los alumnos de otras clases me miraban supongo que pensando que era un freky de “cuidao” y al bedel de la puerta de acceso al edificio le arranque una sonrisa al verme salir de esa guisa. Comencé a correr, dejé la mochila donde llevaba la ropa que me había quitado en el coche y continué hasta el río. Di la vuelta al llegar a la fábrica de la Hero en Alcantarilla, sólo llevaba cincuenta minutos, para unos once kilómetros, quizás algo menos, pero no quería que se me hiciera de noche en la Mota, aún no quiero echarme “novio formal”. Llegué a lo que antaño era el “Club Remo” y comencé a correr por encima del Malecón, a las dos hora de haber comenzado el ejercicio me encontraba en el coche dispuesto a volver a casa. Me llamó mi zagal pequeño. Esa tarde se había examinado del carnet de conducir y había aprobado. Esto ha sido un alivio para todos. De principio no tendrá que levantarse a las 6,30 para venirse a Murcia para luego coger un autobús que lo lleve a la facultad. El servicio de autobuses no llega a donde vivimos. El pobre crío está en la puerta del “colegio” incluso antes de que la abran , los compañeros le preguntan "¿si es que no ha ido a casa el día anterior?. Por otra parte, nos libramos de tener que transportarlo a cada una de los cientos de actividades que tiene esta hiperactiva criatura. No he contado que el jueves, aunque no tenía que nadar, sólo lunes, miércoles y viernes, me dí una sesión de autoconfianza de 3000 mts. de nado continuo
El viernes por la mañana a nadar dos mil quinientos metros según el plan establecido.
El fin de semana de nuevo era algo chunguillo. Por lo menos no llovió, cosa que alivió bastante el esfuerzo. El sábado quedé con Stani para hacer cien kilómetros en bici, con tres series de 10 minutos a B2 con recuperaciones de dos kilómetros, más 6 series de 5 minutos a B3. Tomamos dirección Elche, pero por el camino corto, es decir Orihuela, Albatera, Crevillente, Elche. En la primera redonda de la ciudad de las palmeras nos marcó los 50 km. que nos autorizaban a dar la vuelta. Hacia la capital Ilicitana hicimos las tres series primeras, con tan buena planificación que finalizaron justo cuando teníamos que dar la vuelta y de regreso las otras seis. Lo que creímos que iba a ser un paseo militar resultó que nos dejó bastante tocadicos de las paticas y llegamos como las hormigas de Pablo Motos, a Trancas y Barrancas.
El domingo innovamos en cuanto a recorridos. Stani estaba sugiriendo desde hacía unas semanas que se aburría de tanto ir a Elche y de tanto ir a Alhama, qué el quería ir a la playa. Como el día anterior hizo tan buena mañana, pensamos que ir a la playica no sería mala idea, incluso con solete igual alguna chavalica guapa nos dejaba mirar sus gracias mientras se tostaba al sol… Se que es un comentario y una motivación “babosa”, pero no hay más, “semos asín de simples”, como el mecanismo de un botijo. Animados por la idea de disfrutar “del paisaje” a las ocho de la mañana salimos con ciento cuarenta kilómetros de deberes y con un tiempo que nos hacía prever que de “disfrutar del paisaje”, ná de ná. Hacía un frasquete y un suave pero gélido viento que nos quitó de golpe cualquier ilusión que albergáramos. En el cruce de Zeneta seguimos recto y comenzamos a subir lo que sería el primer puerto de la jornada. El Puerto de San Pedro. Allí, ya hicimos cuenta de que además de no ver zagalitas bañándose íbamos a tener otros problemas que plantearnos. Las piernas no iban tan suaves como de costumbre, los daños no registrados del día anterior habían sido mayores que los contabilizados. Antes de llegar al final del puerto, en la Venta del Pino, cogimos el desvío hacia Torremendo, segundo lugar marcado por el paso de la etapa. La carretera de la estación, que así se llama el paraje, es una ruta pestosa como ella sola. Cuestas cortas pero duras y un continuo sube y baja que hace que te tiemblen hasta los empastes de la dentadura. Tras Torremendo, comienza la subida más dura, la del puerto de Rebate I, llamado así por los ciclistas de lugar porque si tienes ganas de darte más caña puedes al llegar arriba tomar un desvio a la izquierda y subir la continuación del puerto al que apodan con el original nombre de Rebate II. Nosotros, como queríamos ir a la playa, nos quitamos la penitencia del segundo puerto seguimos una vez coronado el primero hacia el Pilar de la Horadada. En esa localidad se celebraba su I Media Maratón. Había pocos corredores, un par de cientos calculo y llegamos justo cuando daban a las diez y cuatro minutos la salida. Animamos al paso de unos cuantos compañeros de la pista que se habían animado a competir y seguimos tras los corredores un ratico hasta la Torre de la Horadada, bella localidad costera por donde trascurría algún kilómetro de la prueba y donde cortejé durante muchos años a la que ahora es mi santa, pues ella veraneaba allí y como es lógico su pretendiente no visitaba otra playa que no fuera esa. Faltándonos kilómetros hasta que el marcador nos iluminara con la bonita cifra de setenta llegamos, ahora por la general llena de coches hasta la Zenia y en una redonda de aquel lugar dimos la vuelta por la misma ruta por donde llegamos. Ni que decir tiene que en la playa no había ¡ni dios!. Si Rebate se hizo duro a la ida, a la vuelta se me hizo duro de cojones, Stani tuvo que esperarme a mitad del puerto pues me quedé un poco cortado. Los diez kilómetros de “La carretera de la Estación” fueron ya una maldición bíblica para mis piernas y allí Stani, por primera vez en la mañana, también comenzó a quejarse. Una vez llegamos al Puerto de San Pedro, como era todo bajada, pensé que se acaba el suplicio. ¡Y una leche!. Bajamos a toda pastilla, que para eso era bajada. Llegamos la llano y por lo visto Stani debió recordar que se había dejado a “los niños en el horno” y para evitar que se le quemaran puso en el cuentakilómetros la bonica cantidad de cuarenta por hora. Me había recuperado un poco y le seguí como pude. Tras unos ocho, diez kilómetros a ese ritmo, nos acercamos al cruce de El Raal. Allí existe un semáforo que es peligroso saltarse pues los coches vienen rapidísimo por ambos lados… Recé para que estuviera en rojo y el “capullo” de mi compañero se parara y diera un respiro a mis piernas. Dios escuchó mis plegarias y el semáforo apareció bonitamente iluminado en encarnado a lo lejos. Nos quedaban catorce kilómetros a casa que esperaba fueran de animada y pausada charleta o le daría con la bomba al Stani en la cabeza. El nenico, desbrevao ya, se conformó a ir algo más lento al llorarle y recordarle que yo aún tenía que subir tres kilómetros setecientos metros hasta mi casa.
Cinco horas y cuarto después de haber salido llegaba a casa como el “ejército rojo: cautivo y desarmado”.
Hemos vuelto a quedar para el martes. Tenemos series de 2000 en la pista, el bueno de Stani las tiene cinco segundos más rápidas que yo, acordamos que las negociaríamos. Las tengo a siete cincuenta y cinco y él a siete cincuenta. Si estoy tan cansado como ahora, serán a cincuenta y cinco o nada….
¡Hasta pronto, querido diario!
P.D.: Se me había olvidado poner el resumen mensual.

MARZO

TOTAL
70:30:14 horas

PIE 19:57:14 horas 248.09 Km
CICLISMO 27:40:00 758
NATACION 22:53:00 48,84

26 Feb – 4 Marz
16:54:00 horas


PIE 5:37:00 horas 66 km
CICLISMO 6:17:00 173
NATACION 5:00:00 10,70


5 Marz – 11 Marz
16:40:00 horas

PIE 5:05:00 63
CICLISMO 6:15:00 170
NATACION 5:20:00 11,79

12 Marz – 18 Marz
16:15:00 horas

PIE 4:42:00 58
CICLISMO 6:30:00 180
NATACION 5:03:00 10,90

19 Marz – 25 Marz
13:51:14 horas

PIE 4:13:14 55,09
CICLISMO 4:48:00 135
NATACION 4:50:00 10,20

26 Marz – 1 Abril
18:00:00 horas

PIE 3:00:00 38
CICLISMO 9:05:00 240
NATACION 5:55:00 11,85



3 Comments:

At 3:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Para evitar comentarios nostalgicos, me referiré a "la china". Al ser un blog de un Ironman supuse que se hablaba de una bicicleta, pero viendo lo que cuesta en llegar, ¿no se tratara de un proceso de adopción? ¿Llegará para Roth? Me parecia buena idea la vuestra, sobre todo pensando que me gustaria hacerme con una bici (el próxim año), pero viendo lo que tarda en llegar no sé si podría aguantar tanto tiempo una vez realizada la compra. jeh! jeh! un saludo y feliz pascua

 
At 5:44 p. m., Blogger stani said...

giputxi, no metas el dedo en la herida que bastante tenemos,jajajaj. el lado positivo es que para Roth estará más nueva todavía, ole...

aunque pensandolo bien tampoco es tanto tiempo, un par de meses, en las tiendas de aquí si pides algo especial tardan más o menos lo mismo, y lo mejor a nosotros nos va a salir por la mitad de precio, por lo tanto creo que merece la pena la tardanza.

 
At 5:58 p. m., Blogger Andreseitor said...

Joer, que palizón en bici. Al menos esa ruta quedará "desierta" cuando hagan la autovía orihuela-costa.

 

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