Y Probé a ser IMvencible

Triatlon.

lunes, febrero 12, 2007

¡Si es que soy un rata….!
Esta semana no ha sido de grandes noticias. Las vísperas de los grandes acontecimientos siempre están precedidas de un silencio sepulcral, de un inmovilismo diabólico. El maratón de Valencia está ahí mismo. En sí no tendría que suponer ningún hito importante. No es el primero, supongo que tampoco el último. Sí es la primera vez que no es objetivo de primer nivel en una temporada. Este hecho no le quita importancia al evento, pues la importancia es igual al respeto que le tengo a la distancia. Una carrera tan larga da para mucho, buenos, malos y malísimos momentos, para después volver a tener buenísimos. Es la belleza y la miseria de los 42 y pico kilómetros, que a veces se hace tan larga como la vida y de pronto se vuelve tan efímera como ésta.
Mi compañero Stani se estrena en una carrera tan larga. La salida del domingo en bici tuvo como segundo tema la prueba, el primero como siempre, fueron las mujeres…. Le explico como lo vivo, como lo siento y como me equivoco. ¡Cuántas veces digo, esto no lo volveré a hacer y cuantas veces vuelvo a equivocarme en lo mismo!. Hay que salir tranquilo, hay que buscar buenas sensaciones al principio, no agobiarse con el tema de “vas lento” de ir a 4,14 en la media y pasar a ir, por ejemplo 4:40, da la sensación de que vas andando… A no intentar recuperar lo perdido en la salida inmediatamente, a no pasar la media y como estás como una rosa, lanzarse como un caballo desbocado en busca de un tiempo estratosférico que positivamente no está en tus piernas y sobre todo a ser paciente para esperar al último momento para soltar el zarpazo que destroce tu marca. ¿Qué geles llevo, cuándo los tomo, dónde los llevo…? Un montón de intendencia que hace que te plantees salir con una mochilica a la espalda…
Lo importante del momento de la Maratón de Valencia será que ella marca el final de un ciclo. Tras la carrera, analizaremos resultados, veremos en que nos hemos equivocado y relanzaremos los entrenos de cara Roth. El tiempo final no es importante, porque no se busca una “mejor marca”, pero si se busca la mejor marca que me permita el lunes nadar tres mil metros y el martes rodar 50 km. en bicicleta. No se si me explico y por eso estoy nervioso. Pensé que sólo sería un entrenamiento, pero no es así… ¿Es que nunca voy a ir a una carrera sin tensión?...
La bici está en su último trámite, espero… Ya se ha pagado y aguardamos como “agua de mayo” la llamada de la Aduana, a partir de ese momento comenzará la cuenta atrás para lanzarnos a la carretera con nuestros nuevos “pepinos”. La única elección arriesgada de la bici son las ruedas. Más que nada porque dicen que son muy sensibles y el personal sólo las utiliza para entrenar. No sé si seré capaz de dejarlas en casa y no ponerlas en cada salida. Por lo demás, hemos elegido el cuadro que se fabrica en mi talla, no había otro de la 49. El manillar convencional de carretera con perfil aero y poco más. El grupo lo hemos comprado en Alemania y a esperar.
La BH que tantas alegrías me está dando y tantos dolores de espalda me está produciendo se ha enterado que pronto le seré infiel y me está recordando que “ella también tiene necesidades”. De ahí viene el título de esta entrada. ¡Por rata! He pinchado dos veces, si de vez en cuando repasara el material, no pasaría eso. El sábado pinché y el domingo de nuevo tuve que cambiar la cámara. Así que me puse a repasar la cubierta y está bastante gastada. Cómo me he quedado sin cuartos la bici me pide dinero, parece que todos los artilugios saben cuando te viene peor que se rompan para hacerlo. De paso el coche se ha llevado otros 600 “leuros”. Menos mal que con este cuerpo y los “novios” que me han salido por la Mota del Río, con un par de “servicios” podré reponer la cuenta corriente. Además, por poco que gastemos, el viaje a Valencia también se llevará sus moneditas… ¡Perra vida!. ¡Y la loto sigue sin tocarme!.
Leo a mis compis del atletismo y ya la semana pasada decían que se ponían de vacaciones, es decir, en recuperación para llegar en las mejores condiciones a la carrera del domingo. Nosotros el domingo 120 km. con cuatro series de 5 km. a 150 pulsaciones por minuto. Bueno, a 150 de Stani, pues tengo todos los pulsómetros rotos y ahora no está el horno como para arreglarlos. En el kilómetro 50 tuvimos que parar a reparar el pinchazo. Tuve muy buenas sensaciones después del “globo” que cogí el sábado. Creí que me iba a dar un “infarto” y tó.
El viernes cené muy mal, es decir mi apretada agenda hizo que tomara dos tapas, seis cervezas y un gin tonic. Me acosté malo, malísimo. El sábado me levanté con la boca reseca y desayuné malamente. Un botellín en la bici. La confianza mata al hombre, decidí que para hacer 50 km. en bici no necesitaba más. El viento me castigó bastante. Pinché en el kilómetro 20. Cuando llegué a casa me cambié de ropa rápidamente, estaba preparada desde la noche anterior, bebí agua y salí corriendo para hacer 75 minutos a pie por el Coto de Los Cuadros. Mucho calor, no llevaba agua, poco alimento. Llegué a casa fatal… El corazón me iba a 200 por hora, no se a cuanto iba exactamente, recuerdo que tengo los pulsómetros rotos, pero me notaba aceleradísimo. Me duró el mal cuerpo hasta la noche. Por la mañana el domingo ya estaba perfectamente. Seguimos de “atrás hacia delante”. El viernes de “madrugá” como siempre 3000 mts. de natación continua y a media mañana una hora de Fuerza en el gimnasio. No estaba la “Rothenmeller” con lo cual me alivié del sofocón de cruzar nuestras miradas después del espectáculo del miércoles pasado. El jueves fue el cumpleaños de mi padre. Setenta y ocho tacos, como setenta y ocho soles que cumplió el mozo. Está genial, sin achaques, joven y vital como siempre lo conocí, aunque también con el mismo mal genio de antaño. Le digo para irritarlo aún mas, tiene el pelo blanco y está gordito: “¡En vez de parecer un venerable anciano como el abuelo de Heidi, eres un abuelo insoportable!. Cómo Fernando Fernán Gómez me manda a “¡la mierda!". Qué alegría me da verlo así. Es mi Road Manager y mi principal y más feroz crítico. Se ha hecho un entendido de las carreras y ya hasta osa a cuestionar mis tácticas de carreras. Tiene tanta ilusión como yo y eso le ciega. ¡Papa, yo no tengo tácticas de carrera, me arrastro lo que puedo para poder llegar a meta!. Nos tomamos unas cervezas para señalar tan magno acontecimiento. Por la tarde en la Mota del Río, hice cuarenta y cinco minutos de rodaje, para recoger a mi hermano y hacer otra hora más juntos. Le sacamos el pellejo a “to quisqui” y le animé en las vísperas de la media de Orihuela. Al final hizo 1:35. Está muy contento. Espero que algún día podamos correr juntos en una hora y veinticinco pero el muy “gandulete” tendrá que entrenar algo más. Por la mañana mil quinientos metros de piscina.
El miércoles dos mil trescientos metros de natación haciendo los ejercicios y las series que me mandaba el plan. Por la tarde sesenta kilómetros en bici. Tenía que hacer cincuenta pero como el domingo al final no salí con ella, el remordimiento pudo conmigo y le puse un poco más de tiempo. Llegué a Bigastro y vuelta.
El martes, mil seiscientos metros en la piscina de forma relajada. Por la tarde por Coto Cuadros farlek, setenta y cinco minutos, 3 minutos fuertes, 3 más suaves y luego 15 de rodaje para enfriar un poco.
Esta semana creo que es algo más relajada, por lo menos creo que hay un día de descanso. Ni miro el plan, lo que toca me entero por la noche cuando preparo la bolsa, así no me estreso. De momento el sábado saldremos temprano para Valencia a casa de una amiga. El domingo veremos como va la cosa…
Hoy ya he hecho los 2700 mts. de natación. Pirámides, ¡cómo todos los lunes!.
¡Hasta mañana, querido diario!

3 Comments:

At 10:09 p. m., Blogger stani said...

Acho, pues yo pienso que deberíamos de hablar más de mujeres, 3 horas son pocas. Recuerda, Valencia,Elche,Roth. tic-tac, el reloj no para ya estamos más cerca...

 
At 9:05 a. m., Anonymous Anónimo said...

Sigue daándole. Animo. y la "santa" como lo esta llevando?.agur

 
At 7:56 p. m., Blogger Mabel said...

Válgame Dios¡¡que no me paras Paco...
Un comentario, el dia que no tengamos presión o cierto nerviosismo en una carrera,olvidémonos de esto....
Yo me pongo nerviosa hasta para hacer los test de esfuerzo, sólo de pensar que tengo que hacerlo lo mejor que pueda... ojo, que no es por ganar, ni na de eso, es porque se que tengo que dar lo mejor de mi para no defraudarme. Son paranoias deportivas.
Gracias por tu comentario en mi nuevo blog. No nos olvidamos de ti ni tu prole. Graciassss por todo¡¡¡

P.D.ayy qué recuerdos el Coto de Cuadros, yo también entrenaba allí

 

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