¡Santa Pola una gran carrera!, para ir a conocer gente…
El martes me di de buena mañana un baño en la piscina. Cuarenta y cinco minutos para 1500 mts. Estas sesiones de cuarenta y cinco minutos me las pongo yo fuera del plan, para darme un poco más de seguridad en este segmento. Hay días que tengo serias dudas de si será capaz de salir del agua en primer lugar vivo y en segundo lugar dentro del tiempo límite. Un bocata a las once y a las tres y media estaba en “Los Cuadros” haciendo un farlek de 3’/4’ durante setenta y cinco minutos. Finalicé con quince minutos de redaje que me devolvieron a casa.. Mientras que en la bici y en el agua hay días que tengo dudas sobre si seré capaz de lograrlo a pie estoy muy seguro. A pesar de estar haciendo muchos menos kilómetros que cuando me dedicaba exclusivamente a preparar el Medio Maratón me encuentro tan fuerte como antaño, aunque algo menos rápido.
El miércoles tenía que hacer una sesión de natación de velocidad. El martes perdí la tarjeta “inteligente” de la piscina y mientras intentaba encontrarla por casa perdí mucho tiempo con lo que llegué tarde. Tuve que cambiar los planes. Primero hice una sesión de fuerza en el gimnasio que tenía programada para el medio día. De nuevo mi condición de “sin glamour” se notó en exceso. Me molesta que siete “esculturales monitores” me estén mirando constantemente, seguramente pasan de mí, pero la sensación que tengo es que están examinándome. Para colmo una tía con una cara de tres en la escala de Mercali, pero un cuerpo de diez, me persiguió por todas las salas cuando me fui a hacer diez minutos de rodillo. Decía que si había terminado debía recoger el material. Educadamente le dije que “tenía otra rutina más que hacer y por eso no había recogido perfectamente el material, pero que si le molestaba lo recogía y volvía a sacarlo dentro de tres minutos que era lo que me falta de rodillo cuando me encontró”. Me miró con cara de matarme, me perdonó la vida y me dejó seguir. En cuanto llegué a la rutina se me tiraron dos monitores a indicarme como hacer los ejercicios, que máquinas usar y un sinfín de normas y preceptos a seguir. Igual lo hacían sin maldad, pero es que ya me caen muy gordos los nenicos. Más tarde una sesión de mil metros en veintisiete minutos en la piscina donde la socorrista ya no me da la paliza y es el único sitio donde no me persiguen los monitores del “copón”.
El jueves las series de velocidad en la piscina, dos mil quinientos metros en una hora y diez minutos. A las cinco quedé con el “Capitán Bajoca” para hacer un rodaje de setenta y cinco minutos por la Mota del Rio. Conversaciones y risas hicieron ameno el ratico de dieciséis kilómetros.
El viernes natación continua, tres mil metros en una hora y veinticinco.
El sábado teníamos bicicleta setenta kilómetros suaves. Quedamos con un nuevo componente del grupo que se llama Ramón. Un tipo que ha vivido en un montón de sitios y que esperamos se anime a salir más a menudo. Le llevamos a Librilla y volvimos a un ritmo muy suave, tanto que al final me salieron tres horas y ocho minutos. Creo que nos relajamos demasiado, pero le habíamos prometido a Ramón que no le apretaríamos. En el camino nos encontramos a Txema con su nueva bicicleta que hacía el efecto placebo en él pues iba supermotivado en ella.
El domingo una carrera a la que le tengo mucho cariño pero que se está haciendo tan grande que se va a tener que ir a ella a hacer turismo y no a correr. La carrera a pie la tengo dominada y estaba tranquilo. Antes de la salida Jesús Carrillo el “jefe” de mi equipo de triatlón me hizo entrega de una camiseta de atletismo de nuestro club. Ibamos todos muy guapicos. Más de cinco mil tíos preparados para la salida. Fue muy emocionante y simpático. No quise ponerme demasiado pronto en la salida, pues prefería perder unos minutos en la salida a quedarme frío esperando a que la dieran. Salí de menos a más. Perdí un par de minutos en la salida y no pude correr bien hasta el primer cinco mil. Una hora treinta dos minutos cuatro segundos de tiempo oficial. Una hora treinta veintiuno en tiempo real. Los parciales fueron primer cinco mil a 4:25 y de ahí en adelante a 4:14. Fui sin reloj y salió todo muy regular, eso es importante. Estuve adelantando corredores hasta el final y no recuerdo que me adelantaran más de uno o dos. Es una sensación muy agradable ver como vas pasando gente y más gente. Mentiría si dijera que me quedé satisfecho. Creí, hasta que vi la clasificación que habría hecho una hora veintiocho aproximadamente, pues adelante a muchos compañeros que habitualmente están por una hora y media, pero se ve que no fue así. No me quejo y seguro que la próxima será mejor.
El domingo me levanté algo constipadillo y el lunes se acrecentó la dolencia. Me tiré a la piscina y me faltaba aire para poder hacer las pirámides que tenía programadas. Cuando no se puede segar, se espiga, así que hice mil quinientos metros de nado continuo en cuarenta y cinco minutos y al medio día comencé a medicarme.
Hoy martes ya me encuentro algo mejor y he hecho las pirámides que tenía programadas para ayer. Dos mil ochocientos metros para una hora diez minutos de piscina. Luego tengo que hacer una hora de gimnasio con los “monitores pijos”, espero que no me den mucho el tostón.
¡Hasta mañana!, querido diario.
El martes me di de buena mañana un baño en la piscina. Cuarenta y cinco minutos para 1500 mts. Estas sesiones de cuarenta y cinco minutos me las pongo yo fuera del plan, para darme un poco más de seguridad en este segmento. Hay días que tengo serias dudas de si será capaz de salir del agua en primer lugar vivo y en segundo lugar dentro del tiempo límite. Un bocata a las once y a las tres y media estaba en “Los Cuadros” haciendo un farlek de 3’/4’ durante setenta y cinco minutos. Finalicé con quince minutos de redaje que me devolvieron a casa.. Mientras que en la bici y en el agua hay días que tengo dudas sobre si seré capaz de lograrlo a pie estoy muy seguro. A pesar de estar haciendo muchos menos kilómetros que cuando me dedicaba exclusivamente a preparar el Medio Maratón me encuentro tan fuerte como antaño, aunque algo menos rápido.
El miércoles tenía que hacer una sesión de natación de velocidad. El martes perdí la tarjeta “inteligente” de la piscina y mientras intentaba encontrarla por casa perdí mucho tiempo con lo que llegué tarde. Tuve que cambiar los planes. Primero hice una sesión de fuerza en el gimnasio que tenía programada para el medio día. De nuevo mi condición de “sin glamour” se notó en exceso. Me molesta que siete “esculturales monitores” me estén mirando constantemente, seguramente pasan de mí, pero la sensación que tengo es que están examinándome. Para colmo una tía con una cara de tres en la escala de Mercali, pero un cuerpo de diez, me persiguió por todas las salas cuando me fui a hacer diez minutos de rodillo. Decía que si había terminado debía recoger el material. Educadamente le dije que “tenía otra rutina más que hacer y por eso no había recogido perfectamente el material, pero que si le molestaba lo recogía y volvía a sacarlo dentro de tres minutos que era lo que me falta de rodillo cuando me encontró”. Me miró con cara de matarme, me perdonó la vida y me dejó seguir. En cuanto llegué a la rutina se me tiraron dos monitores a indicarme como hacer los ejercicios, que máquinas usar y un sinfín de normas y preceptos a seguir. Igual lo hacían sin maldad, pero es que ya me caen muy gordos los nenicos. Más tarde una sesión de mil metros en veintisiete minutos en la piscina donde la socorrista ya no me da la paliza y es el único sitio donde no me persiguen los monitores del “copón”.
El jueves las series de velocidad en la piscina, dos mil quinientos metros en una hora y diez minutos. A las cinco quedé con el “Capitán Bajoca” para hacer un rodaje de setenta y cinco minutos por la Mota del Rio. Conversaciones y risas hicieron ameno el ratico de dieciséis kilómetros.
El viernes natación continua, tres mil metros en una hora y veinticinco.
El sábado teníamos bicicleta setenta kilómetros suaves. Quedamos con un nuevo componente del grupo que se llama Ramón. Un tipo que ha vivido en un montón de sitios y que esperamos se anime a salir más a menudo. Le llevamos a Librilla y volvimos a un ritmo muy suave, tanto que al final me salieron tres horas y ocho minutos. Creo que nos relajamos demasiado, pero le habíamos prometido a Ramón que no le apretaríamos. En el camino nos encontramos a Txema con su nueva bicicleta que hacía el efecto placebo en él pues iba supermotivado en ella.
El domingo una carrera a la que le tengo mucho cariño pero que se está haciendo tan grande que se va a tener que ir a ella a hacer turismo y no a correr. La carrera a pie la tengo dominada y estaba tranquilo. Antes de la salida Jesús Carrillo el “jefe” de mi equipo de triatlón me hizo entrega de una camiseta de atletismo de nuestro club. Ibamos todos muy guapicos. Más de cinco mil tíos preparados para la salida. Fue muy emocionante y simpático. No quise ponerme demasiado pronto en la salida, pues prefería perder unos minutos en la salida a quedarme frío esperando a que la dieran. Salí de menos a más. Perdí un par de minutos en la salida y no pude correr bien hasta el primer cinco mil. Una hora treinta dos minutos cuatro segundos de tiempo oficial. Una hora treinta veintiuno en tiempo real. Los parciales fueron primer cinco mil a 4:25 y de ahí en adelante a 4:14. Fui sin reloj y salió todo muy regular, eso es importante. Estuve adelantando corredores hasta el final y no recuerdo que me adelantaran más de uno o dos. Es una sensación muy agradable ver como vas pasando gente y más gente. Mentiría si dijera que me quedé satisfecho. Creí, hasta que vi la clasificación que habría hecho una hora veintiocho aproximadamente, pues adelante a muchos compañeros que habitualmente están por una hora y media, pero se ve que no fue así. No me quejo y seguro que la próxima será mejor.
El domingo me levanté algo constipadillo y el lunes se acrecentó la dolencia. Me tiré a la piscina y me faltaba aire para poder hacer las pirámides que tenía programadas. Cuando no se puede segar, se espiga, así que hice mil quinientos metros de nado continuo en cuarenta y cinco minutos y al medio día comencé a medicarme.
Hoy martes ya me encuentro algo mejor y he hecho las pirámides que tenía programadas para ayer. Dos mil ochocientos metros para una hora diez minutos de piscina. Luego tengo que hacer una hora de gimnasio con los “monitores pijos”, espero que no me den mucho el tostón.
¡Hasta mañana!, querido diario.
P.D. Por gentileza de Stani, el calvo de naranja soy yo entrando en meta.
2 Comments:
Hola! Ya veo que sigues con tu rutina! Hoy no te he visto muy motivado literariamente, te pierden los datos! aunque quien soy yo para criticar nada. En la carrera a pie veo que vas muy bien, aunque a nado aun le tienes que dar. Cual es el tiempo limite para salir del agua en un Ironman? Pero tranquilo, aun tienes hasta verano para ir cogiendo fondo y mejora. Una vez más ánimo, da mucha envidia como logras organizarte para llegar a todo! agur
Hola Paco, muy buenas. Viendo los tiempos que haces en la piscina no acabo de entender porqué te empeñas en decir que dudas de que te de tiempo en Roth, joder, si te va a sobrar una hora, ahora mismo ya lo harías sobradísimo dentro de tiempo, y te quedan aun cuatro meses para "consolidar". Ilusionados saludos.
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