¡Una nueva piscina!
El jueves fui por primera vez a la piscina de Espinardo. Estaba lloviendo y había bastante aparato eléctrico. Al mediodía hice mi rodaje de noventa minutos. Casi al final del recorrido el sol se oscureció. La tarde fue empeorando y ya al anochecer comenzó la tormenta. Tenía la esperanza que se suspendiera la sesión de natación. La piscina está cubierta por un globo que la climatiza. Cuando hay viento excesivo o aparato eléctrico por precaución se suspenden las sesiones.
De nuevo me tocó hacer una exhibición para que los monitores decidieran en que grupo ponerme a trabajar, si el avanzado o el de principiantes. Me pusieron en el primero, creo más por amistad que por habilidades. Ya a la entrada hice la primera, me metí en el vestuario sin dejar el carnet de usuario. Cuando salí de él, la conserje me estaba esperando para darme a conocer las normas.
Comenzó la sesión y mientras unos iban otros venía. Yo les estorbaba cuando hacían pies pues mi menda no avanzaba ni un metro. Ellos me hacían parar cuando hacía croll porque iban muy lentos. La cosa comenzó con mal pie desde el principio. De los cuarenta y cinco minutos no estaríamos nadando ni treinta. De mutuo acuerdo decidí con la monitora que esta semana me cambiaría de horario por uno en el que hubiera bastante menos gente y pudiera desarrollar mi entrenamiento con más normalidad. Esta semana iré martes y jueves a partir de las diez de la noche y tendré una calle y un entrenador para mí solo. Lo peor es la hora, se me va a hacer el día interminable.
El viernes, los Miguelangeles invitaban por su santo. Un buen aperitivo que se alargó hasta casi las tres de la tarde. Con la panza llena cualquiera se va a nadar. Esperé hasta que se hicieron las siete y me fui a la piscina. No llevaba cuerpo para ná. Así que entre que se me paró, otra vez, el reloj y que estaba deseando terminar, no se si hice los dos mil metros de rigor o no. Tampoco faltarían muchos metros....
El sábado tocaban cuarenta kilómetros en bicicleta suaves. Me fui hasta Zeneta y volví. Al final me salieron algo más rápidos de lo que pensaba pero no fue nada grave.
El domingo me había inscrito en el Duatlón de Almoradí. En esta prueba están empeñados en que en el segmento de bici no se pueda chupar rueda. ¡Son ganas de buscar problemas!. En un circuito de siete kilómetros no hay forma de meter a doscientos tíos sin que se junten en algún momento. Además el tráfico está abierto y no te puedes abrir al carril de la izquierda pues te puede chafar un coche.... Lo que es imposible, debería estar prohibido.
Estaba muy animado. No habiendo natación, esperaba poder estar en carrera al menos un poco de tiempo. Lo de Molina fue un jarro de agua fría. Antes de empezar me encontré con mi amigo Manolo Cortizo, estuvimos comentando mi debut en el triatlón y que él se iba a Ibiza al Campeonato de España de Larga Distancia esta próxima semana. El primer segmento lo hice en unos 18 minutos. No fue un cinco mil de olimpiada pero no estuvo mal. Tardé un poquico en ponerme las zapas de bici y por supuesto otro poquico en subirme a la bici. De todos es sabido mi falta de habilidad para dirigir la bici. Me pongo a ciclar como un poseso y el cuenta kilómetros no pasaba de cero.... ¡Me cago en la leche, seré globero!. Con las prisas y los nervios puse la rueda del revés y el imán estaba en la otra vaina de la orquilla. Lo cierto es que me salió un bici bastante decentilla. Me encontré bien y sobre todo disfruté mucho, cosa que no hice la vez anterior. Me bajé de la bici. Con mucha educación me fui a un lado de la calle y me bajé como un verdadero inútil y poco a poco fui llegando hasta mi sitio en boxes a dejar la bicicleta. Comencé a correr con la idea de volver a pillar a todos los que me habían adelantado en la transición. Cogí a un buen número de ellos. Me salió un dos mil quinientos bastante decentillo. Al final cuando haces un poco de reflexión de la carrera me quedé con la idea de que en el primer segmento podía haber corrido algo más. La bici bien y también bien el segundo segmento. Ver que voy mejorando me anima a seguir entrenando. Lo cierto es que esto no ha hecho más que empezar pero estoy muy ilusionado. Esta tarde haré otra sesión de natación en la Universidad. ¡Hasta mañana!,. querido diario.
El jueves fui por primera vez a la piscina de Espinardo. Estaba lloviendo y había bastante aparato eléctrico. Al mediodía hice mi rodaje de noventa minutos. Casi al final del recorrido el sol se oscureció. La tarde fue empeorando y ya al anochecer comenzó la tormenta. Tenía la esperanza que se suspendiera la sesión de natación. La piscina está cubierta por un globo que la climatiza. Cuando hay viento excesivo o aparato eléctrico por precaución se suspenden las sesiones.
De nuevo me tocó hacer una exhibición para que los monitores decidieran en que grupo ponerme a trabajar, si el avanzado o el de principiantes. Me pusieron en el primero, creo más por amistad que por habilidades. Ya a la entrada hice la primera, me metí en el vestuario sin dejar el carnet de usuario. Cuando salí de él, la conserje me estaba esperando para darme a conocer las normas.
Comenzó la sesión y mientras unos iban otros venía. Yo les estorbaba cuando hacían pies pues mi menda no avanzaba ni un metro. Ellos me hacían parar cuando hacía croll porque iban muy lentos. La cosa comenzó con mal pie desde el principio. De los cuarenta y cinco minutos no estaríamos nadando ni treinta. De mutuo acuerdo decidí con la monitora que esta semana me cambiaría de horario por uno en el que hubiera bastante menos gente y pudiera desarrollar mi entrenamiento con más normalidad. Esta semana iré martes y jueves a partir de las diez de la noche y tendré una calle y un entrenador para mí solo. Lo peor es la hora, se me va a hacer el día interminable.
El viernes, los Miguelangeles invitaban por su santo. Un buen aperitivo que se alargó hasta casi las tres de la tarde. Con la panza llena cualquiera se va a nadar. Esperé hasta que se hicieron las siete y me fui a la piscina. No llevaba cuerpo para ná. Así que entre que se me paró, otra vez, el reloj y que estaba deseando terminar, no se si hice los dos mil metros de rigor o no. Tampoco faltarían muchos metros....
El sábado tocaban cuarenta kilómetros en bicicleta suaves. Me fui hasta Zeneta y volví. Al final me salieron algo más rápidos de lo que pensaba pero no fue nada grave.
El domingo me había inscrito en el Duatlón de Almoradí. En esta prueba están empeñados en que en el segmento de bici no se pueda chupar rueda. ¡Son ganas de buscar problemas!. En un circuito de siete kilómetros no hay forma de meter a doscientos tíos sin que se junten en algún momento. Además el tráfico está abierto y no te puedes abrir al carril de la izquierda pues te puede chafar un coche.... Lo que es imposible, debería estar prohibido.
Estaba muy animado. No habiendo natación, esperaba poder estar en carrera al menos un poco de tiempo. Lo de Molina fue un jarro de agua fría. Antes de empezar me encontré con mi amigo Manolo Cortizo, estuvimos comentando mi debut en el triatlón y que él se iba a Ibiza al Campeonato de España de Larga Distancia esta próxima semana. El primer segmento lo hice en unos 18 minutos. No fue un cinco mil de olimpiada pero no estuvo mal. Tardé un poquico en ponerme las zapas de bici y por supuesto otro poquico en subirme a la bici. De todos es sabido mi falta de habilidad para dirigir la bici. Me pongo a ciclar como un poseso y el cuenta kilómetros no pasaba de cero.... ¡Me cago en la leche, seré globero!. Con las prisas y los nervios puse la rueda del revés y el imán estaba en la otra vaina de la orquilla. Lo cierto es que me salió un bici bastante decentilla. Me encontré bien y sobre todo disfruté mucho, cosa que no hice la vez anterior. Me bajé de la bici. Con mucha educación me fui a un lado de la calle y me bajé como un verdadero inútil y poco a poco fui llegando hasta mi sitio en boxes a dejar la bicicleta. Comencé a correr con la idea de volver a pillar a todos los que me habían adelantado en la transición. Cogí a un buen número de ellos. Me salió un dos mil quinientos bastante decentillo. Al final cuando haces un poco de reflexión de la carrera me quedé con la idea de que en el primer segmento podía haber corrido algo más. La bici bien y también bien el segundo segmento. Ver que voy mejorando me anima a seguir entrenando. Lo cierto es que esto no ha hecho más que empezar pero estoy muy ilusionado. Esta tarde haré otra sesión de natación en la Universidad. ¡Hasta mañana!,. querido diario.
P.D.: El viernes llegó a casa un nuevo perro. Es un pastor alemán muy bonico. Estaban buscando nombre y mis críos, junto con mi santa, han tenido el detalle de ponerle el nombre de "Garban". Estoy muy agradecido por ese pequeño homenaje... ¡Gracias!
1 Comments:
Pero el nombre del "nuevo perro" no irá con doble sentido? No se yo si el que tus hijos le pongan Garban es una cosa de ilusión o ... en fin.
Saludos y a segur pa lante.
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