Cómo decían los payasos: ¡Qué contento estoy....!
El viernes pasado hice los 3.300 mts. que tocaban. Acabé con la barriga saturada de tanta agua y con un dolor de tripa impresionante. Asociado a ese malestar ya sabéis que síntomas iban... correncia, flatulencia, etc., etc... Salí de la piscina con la poca dignidad que aún conservo y me fui a dar un paseíco con mi “santa”. Bajar a Murcia con los nuevos centros comerciales de la zona norte es ahora un suplicio. Una horica para un tramo de autovía que no tiene ni diez kilómetros... Otra hora para encontrar aparcamiento... En cuanto lo encontramos nos volvimos a montar en el coche y para casa.... El sábado tenía que hacer dos horas de rodaje. A las nueve de la mañana me fui hacia la mota del río. A las nueve y media comencé a correr. Había bastante gente, muchos corredores conocidos que me preguntaban al paso por mi ausencia en las carreras de principio de temporada. Les comunicaba que me había pasado al triatlón. Me miraban raro, qué le vamos a hacer. Hice unos trece kilómetros en la primera hora. Un circuito hacia Alcantarilla y a los treinta minutos vuelta. A las diez y media había quedado con el “Capitán Bajoca” para hacer la otra hora juntos. En punto, raro en él, estaba a la altura del puente donde habíamos quedado. La segunda hora se hizo más amena, tras quitarle el pellejo a nuestras respectivas “santas” hablamos de “churris” y luego de carreras. Cuando íbamos a comenzar con el tema de Alemania habíamos llegado al final. Veintisiete kilómetros yo, trece y medio él. Nos fuimos para el pabellón del Infante a ducharnos y maquearnos para nuestras respectivas “santas”.
El domingo tenía cien kilómetros en bici. La peña tenía una salida de 85 así que estaba en duda si ir en bici con lo cual me saldrían 119 o ir en coche. Decidí la segunda opción. Salimos siete hacia Rojales. De nuevo el Montiel, un chico que corrió en aficionados hasta el año pasado, creo, se puso a tirar hasta que nos pusimos a más de cuarenta y cinco por hora. Como era a la ida y el recorrido es plano, sin rechistar todos nos pusimos a su cola. Pasamos a varios grupos, pero hacia el kilómetro cuarenta y cinco ya estaba notando que me estaba pasando un pelín de revoluciones. A la vuelta pensando que el viento vendría de cara, supuse que el Montiel se apiadaría de nosotros y nos dejaría respirar. ¡Pues no!, resulta que en Puente Tocinos había una carrera y quería llegar para ver las últimas vueltas al circuito. Viento en contra y a treinta y cinco por hora que nos llevaba. El iba primero y en un momento yo luchaba por seguir su rueda, en ese instante discurrí: “Voy al límite y aún me quedan 25 km. para llegar, ¿para qué quiero sufrir tanto?. Pensado y ejecutado, me abrí a la izquierda, subí piñones y me relajé. Inmediatamente todos se pararon menos Montiel y otro compañero. ¡Resulta que todo el mundo pensaba lo mismo, pero nadie quería ser el primero en rajarse!. A treinta por hora hicimos el resto del recorrido. 85 km. que al final me dieron remordimientos por haber dejado sin hacer los quince que me faltaban. Birras a discreción, es decir pocas y para casa.
El lunes series de natación. Una chica pequeña que me adelantaba a braza por mi calle me preguntó si sabía nadar... ¡No le dí un capón por si acaso estaba el padre cerca!. 3.500 mts. en una hora y veinticinco. El martes tenía el test de Conconi. Salí contento. En los años anteriores estaba entre 2.800 y 3.000 mts. Este año 3.100, no se será una gran marca, pero es la mejor que he hecho en mi vida. Estoy bastante más delgado que nunca, así que deseo que llegue pronto el domingo para correr la Media Maratón de Lorca. El circuito es algo pestosillo, pero si no hace viento creo que podré hacer una buena carrera, que no marca. De momento voy a salir sin reloj. Nunca he corrido por sensaciones, siempre he sido un esclavo del crono, así que me voy a fiar de mi intuición para correr lo mejor posible. No quiero obsesionarme, mi objetivo este año no es la media, ni la maratón, el objetivo es el Triatlón de Larga Distancia, así que tengo que aprender a cambiar el chip. Hoy tengo otra vez series en la piscina, espero que no esté la nenica de los cojones...
En cuanto a la logística de Roth va viento en popa. Aunque sólo lo podremos comprobar en la misma Alemania. Al final vamos cinco en el avión, a última hora se ha añadido Román, un amigo de mi hijo que quiere ser también finisher. Mi “santa” me ha obligado a meterlo en el lote.... (Si lees esto Román, no te lo tomes literalmente, sabes que ella nunca hubiera dejado que te fueras solo a Alemania, dice que es tu segunda madre y yo sin ni siquiera una novia). En un pueblo llamado Sohre, en la Pizzeria Venezia, hemos apalabrado por Internet una habitación para cinco a 100 €. La tenemos pedida para el día 21 y para el 26. Está a 3,6 km. del aeropuerto, dormiremos allí y en coche nos iremos cinco y tres bicicletas. Querido diario, aún espero sugerencias sobre que coche alquilar donde quepamos todos y toda la utillería.... Un NH en Nuremberg con una habitación doble y otra triple nos albergarán en nuestra estancia en Roth, setecientos pavos tienen la culpa, sin desayuno. Así que a falta del vehículo ya tenemos todo previsto, sólo falta que mi cuerpo responda y esté en plena forma para el 24 de junio.
¡Hasta pronto!, querido diario....
El viernes pasado hice los 3.300 mts. que tocaban. Acabé con la barriga saturada de tanta agua y con un dolor de tripa impresionante. Asociado a ese malestar ya sabéis que síntomas iban... correncia, flatulencia, etc., etc... Salí de la piscina con la poca dignidad que aún conservo y me fui a dar un paseíco con mi “santa”. Bajar a Murcia con los nuevos centros comerciales de la zona norte es ahora un suplicio. Una horica para un tramo de autovía que no tiene ni diez kilómetros... Otra hora para encontrar aparcamiento... En cuanto lo encontramos nos volvimos a montar en el coche y para casa.... El sábado tenía que hacer dos horas de rodaje. A las nueve de la mañana me fui hacia la mota del río. A las nueve y media comencé a correr. Había bastante gente, muchos corredores conocidos que me preguntaban al paso por mi ausencia en las carreras de principio de temporada. Les comunicaba que me había pasado al triatlón. Me miraban raro, qué le vamos a hacer. Hice unos trece kilómetros en la primera hora. Un circuito hacia Alcantarilla y a los treinta minutos vuelta. A las diez y media había quedado con el “Capitán Bajoca” para hacer la otra hora juntos. En punto, raro en él, estaba a la altura del puente donde habíamos quedado. La segunda hora se hizo más amena, tras quitarle el pellejo a nuestras respectivas “santas” hablamos de “churris” y luego de carreras. Cuando íbamos a comenzar con el tema de Alemania habíamos llegado al final. Veintisiete kilómetros yo, trece y medio él. Nos fuimos para el pabellón del Infante a ducharnos y maquearnos para nuestras respectivas “santas”.
El domingo tenía cien kilómetros en bici. La peña tenía una salida de 85 así que estaba en duda si ir en bici con lo cual me saldrían 119 o ir en coche. Decidí la segunda opción. Salimos siete hacia Rojales. De nuevo el Montiel, un chico que corrió en aficionados hasta el año pasado, creo, se puso a tirar hasta que nos pusimos a más de cuarenta y cinco por hora. Como era a la ida y el recorrido es plano, sin rechistar todos nos pusimos a su cola. Pasamos a varios grupos, pero hacia el kilómetro cuarenta y cinco ya estaba notando que me estaba pasando un pelín de revoluciones. A la vuelta pensando que el viento vendría de cara, supuse que el Montiel se apiadaría de nosotros y nos dejaría respirar. ¡Pues no!, resulta que en Puente Tocinos había una carrera y quería llegar para ver las últimas vueltas al circuito. Viento en contra y a treinta y cinco por hora que nos llevaba. El iba primero y en un momento yo luchaba por seguir su rueda, en ese instante discurrí: “Voy al límite y aún me quedan 25 km. para llegar, ¿para qué quiero sufrir tanto?. Pensado y ejecutado, me abrí a la izquierda, subí piñones y me relajé. Inmediatamente todos se pararon menos Montiel y otro compañero. ¡Resulta que todo el mundo pensaba lo mismo, pero nadie quería ser el primero en rajarse!. A treinta por hora hicimos el resto del recorrido. 85 km. que al final me dieron remordimientos por haber dejado sin hacer los quince que me faltaban. Birras a discreción, es decir pocas y para casa.
El lunes series de natación. Una chica pequeña que me adelantaba a braza por mi calle me preguntó si sabía nadar... ¡No le dí un capón por si acaso estaba el padre cerca!. 3.500 mts. en una hora y veinticinco. El martes tenía el test de Conconi. Salí contento. En los años anteriores estaba entre 2.800 y 3.000 mts. Este año 3.100, no se será una gran marca, pero es la mejor que he hecho en mi vida. Estoy bastante más delgado que nunca, así que deseo que llegue pronto el domingo para correr la Media Maratón de Lorca. El circuito es algo pestosillo, pero si no hace viento creo que podré hacer una buena carrera, que no marca. De momento voy a salir sin reloj. Nunca he corrido por sensaciones, siempre he sido un esclavo del crono, así que me voy a fiar de mi intuición para correr lo mejor posible. No quiero obsesionarme, mi objetivo este año no es la media, ni la maratón, el objetivo es el Triatlón de Larga Distancia, así que tengo que aprender a cambiar el chip. Hoy tengo otra vez series en la piscina, espero que no esté la nenica de los cojones...
En cuanto a la logística de Roth va viento en popa. Aunque sólo lo podremos comprobar en la misma Alemania. Al final vamos cinco en el avión, a última hora se ha añadido Román, un amigo de mi hijo que quiere ser también finisher. Mi “santa” me ha obligado a meterlo en el lote.... (Si lees esto Román, no te lo tomes literalmente, sabes que ella nunca hubiera dejado que te fueras solo a Alemania, dice que es tu segunda madre y yo sin ni siquiera una novia). En un pueblo llamado Sohre, en la Pizzeria Venezia, hemos apalabrado por Internet una habitación para cinco a 100 €. La tenemos pedida para el día 21 y para el 26. Está a 3,6 km. del aeropuerto, dormiremos allí y en coche nos iremos cinco y tres bicicletas. Querido diario, aún espero sugerencias sobre que coche alquilar donde quepamos todos y toda la utillería.... Un NH en Nuremberg con una habitación doble y otra triple nos albergarán en nuestra estancia en Roth, setecientos pavos tienen la culpa, sin desayuno. Así que a falta del vehículo ya tenemos todo previsto, sólo falta que mi cuerpo responda y esté en plena forma para el 24 de junio.
¡Hasta pronto!, querido diario....
2 Comments:
Olé, quiero fotos de todos en el coche, eso va a parecer una pelicula de Berlanga,oye! porqué no os lleváis una vaquilla, jajajaj. Por cierto en Lorca yo al lado tuyo, que también me gustan las sensaciones y si llevan hielo con cocacola mejor.
Paco observo que sigues progresando. Muy bien. Este año casi no nos vemos, pues estoy realizando las pocas series que hago en el lago y no subo a la pista. Salgo mas tarde de trabajar y cuando llego a la pista ya no hay nadie, así que para hacerlas solo, prefiero hacerlas en tierra.
Venga que vas lanzado.
El domingo voy a Cieza a realizar la media maratón, a ver si puedo terminarla sin que me de ningún jamacuco con las cuestas.
Saludos y nos vemos pronto en alguna carrera seguro.
Fran.
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