Y Probé a ser IMvencible

Triatlon.

lunes, noviembre 27, 2006

¡Creo que la cosa va bien!...
Querido diario:
Lo dejamos el miércoles pendiente de ir a hacer las series a la piscina, bueno más que serie digamos que es una tarea de trabajo fraccionado, pues no creo que a la velocidad que las hago pueda tener el beneficio que se le suponen al trabajo por series, aunque supongo que algún bien me harán. Como siempre a media sesión me hicieron cambiar de calle y tuve que ir a parar a una en la que habían cuatro personas más. Como siempre, también, no duraron en la misma más de diez minutos. Debo aburrirlos como ostras. Me fijé por si acaso es que siempre coincidía mi llegada a su calle con la finalización de su entreno. Pues no, lo cierto es que a los diez minutos se fuero todos a otra. Por una parte me jode, pues huyen de mí como si tuviera lepra, por otra parte me alegra pues ya no tengo que estar pendiente de cuando me van a adelantar y todos esos rollos que conlleva la coexistencia. Tres mil cien metros después, transcurridos ochenta y cinco minutos finalicé la sesión. Estoy leyendo en un foro diferentes maneras de entrenar y de perfeccionar la natación. Es interesante aunque a mí me agobia un poco. Creo que el entrenar si fecha de finalización de contrato te permite investigar diferentes vías. También el echo de tener una seguridad en realizar un determinado tiempo te da una visión distinta del problema. En principio prefiero tener la seguridad de que voy a tener fuerzas para finalizar el sector de natación sin ahogarme que en investigar intentando mejorar mi estilo, mi técnica, etc...
El jueves una horica con el “Capitán Bajoca”, como se hizo bastante tarde bajamos a Murcia a correr. Primero fuimos al Malecón pero como no había demasiado mujerío que nos entretuviera la vista decidimos adentrarnos en la ciudad y dar un par de vueltas por el río y algún lugar por el que corren algunos runners de la zona. No había demasiado ambiente aunque si que nos cruzamos con algunos... Saldrían unos 13 kilómetros...
El viernes descanso. Me sentí como si estuviera cometiendo un delito, el no salir a hacer nada, el no ir a nadar, me hizo sentirme mal....
El sábado mi amigo Stani me llamó para que saliéramos juntos en la bici. Sesenta kilómetros en bicicleta con una cadencia suave para preparar la media maratón del día siguiente. A las nueve quedamos en el cruce de La Cueva. Nos fuimos por la Vereda de la Cueva hacia Puente Tocinos, Beniaján, Los Garres, El Palmar, Sangonera la Verde, cogimos después camino a Librilla. Unos pocos kilómetros después el tacómetro de Stani marcaba treinta así que decidimos volvernos. A una media de unos 25 km. por hora la marcha era suave y nos sirvió para compartir experiencias sobre la carrera del domingo. Stani debutaba en la distancia. Tras darle muchos sabios consejos, de los que estaba seguro olvidaría todos nada más dar el pistoletazo de salida, llegamos a Monteagudo. Allí nos despedimos. Mi compañero de salida me comentó que se le había hecho densa la salida. En descargo de la misma, le comenté que el hacer la ruta por los pueblos, semáforos, etc. nos haría ir más despacio. Seguro que si nos tiramos directamente a la carretera nos ponemos a 36 por hora y al día siguiente teníamos las patas como palos....
El domingo me fui con el “Capitán Bajoca” a Lorca. Nuestro road-manager, es decir nuestro padre, se vino para coger las camisetas y demás utillaje que utilizamos los “pross” para competir....
En el calentamiento nos juntamos los “alemanes” Román, Manolo, Capitán Bajoca (este va de chofer) y yo. Por allí pululaba Stani y algún que otro alemán mas. Las bromas de siempre, el buen humor no nos puede faltar nunca y nos fuimos a la línea de salida. Dimos las oportunas voces pidiendo al alcalde que se levantara para dar la salida, también dijimos que no pasara como en la última carrera “qué no se pelearan”, la gente de alrededor miraba con cara de decir, ¿peleas en las carreras? Y a correr. Salí sin reloj. Se que no seré capaz de no mirarlo, ni de obviar los tiempos de paso por cada kilómetro. Román se fue enseguida hacia delante. Me estraño, pero no quise decirle nada para no presionarlo. Dos kilómetros más allá lo alcancé, sin cambiar el ritmo, al poco el zagalito se quedó cortado.... Corriendo por sensaciones disfruté mucho. De vez en cuando escuchaba los comentarios de otros corredores sobre tiempo total de carrera y tiempos de paso y me ponía nervioso porque no sabía bien si estaba perdiendo el tiempo o me estaba sirviendo la carrera de algo. Al pasar por el Eroski, mi entrenador me dijo que iba algo rápido. Como siempre, no le hice caso y seguí a mi bola, ¡qué mal pupilo soy!. Iba cómodo y hasta ese momento siempre iba adelantando corredores... Cerca del diez estaba mi padre con la glucosa, no suelo tomarla, pero por si acaso le dije que me diera una ampolla. Todo iba bien y estaba disfrutando de la carrera. En el 12 sonó la primera alarma, que luego se vería que fue en falso... Me cogió por detrás un conocido que excepto toda la temporada pasada nunca me había ganado. Se me encendieron todas la luces... Me desmoralicé. El desencanto se apoderó de mi. ¡Coño!, ¿para que sirve tanto sacrificio?. ¿Los siete kilos perdidos, las 14 horas de entrenamiento semanales?... Este hombre me pasó, pero contrariamente a lo esperado, se quedó a unos treinta metros de mí. Sin cambiar de ritmo volví a cogerle. La experiencia es la madre de la ciencia. ¡Ya sabía lo que había pasado!. El se había exprimido con la única intención de pasarme a mí, no con la intención de terminar la carrera... No había evaluado los pros y los contras y ahora el esfuerzo estaba pasando factura....En el kilómetro trece el aire comenzó a dar en la carita.... Me coloqué detrás de un corredor y esperé a que escampara. Tras volver a neutralizar los mini ataques de mi “rival”, esperé a entrar de nuevo al pueblo para dejarle definitivamente.... Llegamos al 17 y cogimos a un grupo en el que comentanban que a ese ritmo bajarían de la hora y media y imaginé que sería por poco, pero eso me animó. El año pasado fue frustrante para mí. Después de correr en 1:24, no había sido capaz de terminar en menos de 1:34. Con la doble intención de terminar por debajo del minuto 30 y alejar definitivamente a mis “enemigos”, me puse a marcar el ritmo del grupo. Una vez que llegamos a la Avda. Juan Carlos I donde ya sabía que cumpliría los dos objetivos me relajé ligeramente y se fueron todos los componentes de mi grupillo. Una hora veintinueve treinta por el reloj de mi padre, diez segundos más por el oficial. Estoy muy contento. No he hecho series, sólo volumen y nunca había corrido tan rápido esta media, ni siquiera cuando hacía mis mejores marcas. Esto me anima a que quizás pueda acercarme a mis mejores tiempos, incluso sin preparar específicamente esta distancia....
Después unas cervecicas y a casa.
Hoy de nuevo volveré a la piscina, ya veremos como es el regreso...
Hasta mañana, querido diario...

miércoles, noviembre 22, 2006

Cómo decían los payasos: ¡Qué contento estoy....!
El viernes pasado hice los 3.300 mts. que tocaban. Acabé con la barriga saturada de tanta agua y con un dolor de tripa impresionante. Asociado a ese malestar ya sabéis que síntomas iban... correncia, flatulencia, etc., etc... Salí de la piscina con la poca dignidad que aún conservo y me fui a dar un paseíco con mi “santa”. Bajar a Murcia con los nuevos centros comerciales de la zona norte es ahora un suplicio. Una horica para un tramo de autovía que no tiene ni diez kilómetros... Otra hora para encontrar aparcamiento... En cuanto lo encontramos nos volvimos a montar en el coche y para casa.... El sábado tenía que hacer dos horas de rodaje. A las nueve de la mañana me fui hacia la mota del río. A las nueve y media comencé a correr. Había bastante gente, muchos corredores conocidos que me preguntaban al paso por mi ausencia en las carreras de principio de temporada. Les comunicaba que me había pasado al triatlón. Me miraban raro, qué le vamos a hacer. Hice unos trece kilómetros en la primera hora. Un circuito hacia Alcantarilla y a los treinta minutos vuelta. A las diez y media había quedado con el “Capitán Bajoca” para hacer la otra hora juntos. En punto, raro en él, estaba a la altura del puente donde habíamos quedado. La segunda hora se hizo más amena, tras quitarle el pellejo a nuestras respectivas “santas” hablamos de “churris” y luego de carreras. Cuando íbamos a comenzar con el tema de Alemania habíamos llegado al final. Veintisiete kilómetros yo, trece y medio él. Nos fuimos para el pabellón del Infante a ducharnos y maquearnos para nuestras respectivas “santas”.
El domingo tenía cien kilómetros en bici. La peña tenía una salida de 85 así que estaba en duda si ir en bici con lo cual me saldrían 119 o ir en coche. Decidí la segunda opción. Salimos siete hacia Rojales. De nuevo el Montiel, un chico que corrió en aficionados hasta el año pasado, creo, se puso a tirar hasta que nos pusimos a más de cuarenta y cinco por hora. Como era a la ida y el recorrido es plano, sin rechistar todos nos pusimos a su cola. Pasamos a varios grupos, pero hacia el kilómetro cuarenta y cinco ya estaba notando que me estaba pasando un pelín de revoluciones. A la vuelta pensando que el viento vendría de cara, supuse que el Montiel se apiadaría de nosotros y nos dejaría respirar. ¡Pues no!, resulta que en Puente Tocinos había una carrera y quería llegar para ver las últimas vueltas al circuito. Viento en contra y a treinta y cinco por hora que nos llevaba. El iba primero y en un momento yo luchaba por seguir su rueda, en ese instante discurrí: “Voy al límite y aún me quedan 25 km. para llegar, ¿para qué quiero sufrir tanto?. Pensado y ejecutado, me abrí a la izquierda, subí piñones y me relajé. Inmediatamente todos se pararon menos Montiel y otro compañero. ¡Resulta que todo el mundo pensaba lo mismo, pero nadie quería ser el primero en rajarse!. A treinta por hora hicimos el resto del recorrido. 85 km. que al final me dieron remordimientos por haber dejado sin hacer los quince que me faltaban. Birras a discreción, es decir pocas y para casa.
El lunes series de natación. Una chica pequeña que me adelantaba a braza por mi calle me preguntó si sabía nadar... ¡No le dí un capón por si acaso estaba el padre cerca!. 3.500 mts. en una hora y veinticinco. El martes tenía el test de Conconi. Salí contento. En los años anteriores estaba entre 2.800 y 3.000 mts. Este año 3.100, no se será una gran marca, pero es la mejor que he hecho en mi vida. Estoy bastante más delgado que nunca, así que deseo que llegue pronto el domingo para correr la Media Maratón de Lorca. El circuito es algo pestosillo, pero si no hace viento creo que podré hacer una buena carrera, que no marca. De momento voy a salir sin reloj. Nunca he corrido por sensaciones, siempre he sido un esclavo del crono, así que me voy a fiar de mi intuición para correr lo mejor posible. No quiero obsesionarme, mi objetivo este año no es la media, ni la maratón, el objetivo es el Triatlón de Larga Distancia, así que tengo que aprender a cambiar el chip. Hoy tengo otra vez series en la piscina, espero que no esté la nenica de los cojones...
En cuanto a la logística de Roth va viento en popa. Aunque sólo lo podremos comprobar en la misma Alemania. Al final vamos cinco en el avión, a última hora se ha añadido Román, un amigo de mi hijo que quiere ser también finisher. Mi “santa” me ha obligado a meterlo en el lote.... (Si lees esto Román, no te lo tomes literalmente, sabes que ella nunca hubiera dejado que te fueras solo a Alemania, dice que es tu segunda madre y yo sin ni siquiera una novia). En un pueblo llamado Sohre, en la Pizzeria Venezia, hemos apalabrado por Internet una habitación para cinco a 100 €. La tenemos pedida para el día 21 y para el 26. Está a 3,6 km. del aeropuerto, dormiremos allí y en coche nos iremos cinco y tres bicicletas. Querido diario, aún espero sugerencias sobre que coche alquilar donde quepamos todos y toda la utillería.... Un NH en Nuremberg con una habitación doble y otra triple nos albergarán en nuestra estancia en Roth, setecientos pavos tienen la culpa, sin desayuno. Así que a falta del vehículo ya tenemos todo previsto, sólo falta que mi cuerpo responda y esté en plena forma para el 24 de junio.
¡Hasta pronto!, querido diario....

viernes, noviembre 17, 2006

¡Tengo cansera!.
Como diría nuestro poeta de Algezares Vicente Medina, ¡tengo cansera!. Estoy falto de inspiración y me apetece muy poco escribir. Cuando uno entra en un estado de letargo como este no apetece ná....
Hago un esfuerzo y cojo los lápices para contarte, querido diario, mi acontecer. No me pasa nada, ni bueno ni malo y mucho menos divertido. Lo último es la ojeriza que me ha tomado uno de los monitores de la piscina de la Universidad. Cuando llego lo primero que hago es mirar los carteles de las calles para saber en cuales no puedo tirarme. Las de cursos de natación, ni me arrimo, a la calle rápida, menos aún. Así que con esas no me quedan más que dos calles que escoger. Miro y lo primero en que me fijo es que los que estén en la calle que decida no sean los mismo que estaban ayer. Si repito y los vuelvo a echar fuera me van a tomar ojeriza como el monitor. Si son los mismos elijo la otra. Una vez que estoy en la calle nadando, a los treinta minutos, el menda se me acerca y me dice con educación, pero en ese tono autoritario y molesto de los que se saben con el poder de decisón: -“¡Cámbiese de calle, en esta vamos a comenzar un curso!”. ¡Pero coño, si pone “baño libre”!, ¿porqué me echa?.
También tengo que afirmar que las chicas en bañador deportivo, gorro y gafas de natación, pierden mucho, supongo que ellas pensarán lo mismo de nosotros. En “Quo vadis”, está escrita un frase que ilustra mucho este echo: “Gusta más una ninfa medio vestida, que cien vírgenes desnudas...” (frase aproximada, que no tengo ganas de buscar la frase ahora mismo.
Mi desgana, mi cansera perjudica, como única actividad, el escribir en mi diario. Los entrenos van viento en popa y con muchas ganas.
Tras los dos primeros meses de entreno terapéutico, para los novicios, dícese del entrenamiento cuyo fin es únicamente la pérdida de peso, tras pasar la etapa de aprendizaje de la natación, ahora me encuentro en un ciclo de base. Se hace cansino, monótono pero mantengo la ilusión intacta. Lo peor del triatlón de larga distancia es también lo peor del maratón, es su preparación. Con el triatlón hay menos monotonía, pues la bici, el agua, la carrera a pie, todo es más variado, pero más duradero en el tiempo.
Dentro de una semana tengo la primera prueba. La media de Lorca. Tradicionalmente he llegado a esta carrera con bastante más kilómetros, bastante más peso y ya con algunos tres miles a las espaldas. Este año voy a correr con unos 66 kilos, menos que cuando hice la 1:24, pero con más volumen genérico, pero ni un metro de calidad. Por una parte, lo lógico sería no esperar gran cosa de la prueba, pero por otra estoy deseando ver como respondo al trabajo acumulado. No quiero presionarme, pues si hiciera una buena marca me sobrevaloraría, pero si la hago más o menos como siempre en esta fecha 1:33, 1:35 pensaré ¿y para esto tanto sacrificio?. Por lo menos en la natación voy mejorando, el otro día 3.300 mts. en algo menos de una hora veinticinco minutos... Creo que ya tengo la seguridad de que saldré del agua en Alemania. Otro inconveniente. Ayer me di cuenta que para Alemania necesito un neopreno, no se porqué creí entender que no lo iba a necesitar... En casa hay dos un Aquaman de un solo uso que supongo que me estará grande y un Ironman con cinco o seis que es algo más pequeño pero tengo dudas si no será grande también. ¡Cómo me tenga que comprar uno mi santa me cuelga!. Rezaré para que me venga apañadico....
El jueves paso si pasé de los dieciocho kilómetros, no lo pasé tan mal como pensaba. El viernes, la piscina con el drama de que nuevamente me tiró fuera de la calle el monitor cabroncete. Sábado ciento veinte kilómetros con mi amigo Stani. Fuimos a Elche. A la vuelta el viento hizo mella, primero en mí, que pasé un mal rato a la altura de Benejúzar. Pasó un grupo y no pude irme tras ellos. Tras un magnífico trabajo de Stani y también un poco de suerte, pues se paró a orinar uno de los jefes, pillamos al grupo. Esta grupeta es de las que están peleadas pues sólo hacían pegarse tirones y demarrages. Por Zeneta fue Stani quien comenzó a sentir los problemas de la suma de kilómetros.. el domingo 90 km. con la peña. Subimos a Gebas y desde allí hasta Librilla pasé un mal rato. El sábado me acosté a las cuatro de la mañana con algo de vodka en el estómago y me levanté a las ocho para salir con la bici. De Librilla a casa pude tirar del grupo y por lo menos se nota que tengo un buen poder de recuperación.
El lunes natación, unos 3.300 mts. El martes 75 minutos de E.T. y 1500 mts. de natación en Espinardo. El miércoles una hora de fuerza en el gimnasio y 45 minutos con 1600 mts. de natación . El jueves rodaje de noventa minutos por el coto de Los Cuadros. Me mojé, lloviznaba pero era preciso el manto gris y la neblina que caía entre los árboles. A las diez otra vez 45 minutos de natación con un total de unos 1650 mts.
Luego iré de nuevo a nadar. Esta vez creo que saldrán unos 3.500 mts. para hora y media. Espero que este fin de semana no llueva y pueda salir con la bici.
¡Hasta el lunes, querido diario!

jueves, noviembre 09, 2006

¡Si es que me pasa a mí tó!
Un nuevo problema, esta vez irresoluble, se mece sobre mi cabeza. Ahora es el vuelo a Alemania. Como mi economía no es precisamente la de “Roca” y compañía, a mi hijo le cuesta mucho la universidad, mis perros quieren comer pienso del bueno y mi santa necesita de vez en cuando cambiarse de “ato”, los gastos para ir a Roth deben de intentar ser los más comedidos posibles. Estando en la búsqueda del medio de transporte más eficaz y barato busqué “Vuelos baratos a Alemania”. La compañía Ryanair tuvo el detalle de responderme en el buscador de Internet. Desde San Javier a cuarenta kilómetros de casa a Frankfurt-Hahn, con maleta, bolsa de mano y bicicleta seguros y demás 157,72 € ida y vuelta. Investigué a cuanto estaba Frankfurt de Nuremberg, lugar donde pensábamos alojarnos durante nuestra estancia en Alemania. La guía CAMPSA nos respondió con 236 kilómetros, creo recordar. ¡Eso no son ni dos horas de viaje!, pensé yo y allí que me dispuse a reservar vuelos. San Javier Frankfurt-Hahn el jueves y regreso Frankfurt-Hahn San Javier el miércoles siguiente. Antes, como uno es previsor intenté encontrar información sobre Hahn, supuse que ese sería un segundo aeropuerto cercano a la capital. No encontré nada, pero como soy un optimista creí que no estaría más lejos.... En cuanto le dí a la tecla “ENTER” de mi ordenador pagando los cuatro billetes que quería reservar Ryanair me informó que el aeropuerto de Frankfurt-Hahn se encontraba a 140 kilómetros de Frankfurt. ¡Coño!, ¡no voy a tener tan mala suerte de que esté en dirección contraria a Nuremberg y es posible que sean 140 kilómetros menos!. Inmediatamente toda la información sobre ese aeropuerto que antes se me había negado el puto Internet me apareció en pantalla. El minúsculo aeropuerto sin estación de tren, ni autobuses estaba en dirección contraria a Nuremberg, es decir, me encontraré el jueves 21 de junio a casi 400 km. de mi destino, con dos bicletas, de noche y con un montón de problemas de logística.... ¡A lo hecho, pecho!. Buscaremos un coche donde podamos ir dos bicis, cuatro personas y las maletas. ¿Es posible que entren todo en un Vectra Caravanne, que es algo así como un familiar?. ¡Si alguien lo sabe que me lo diga!.... Ahora tengo que buscar hotel para pasar la noche del jueves, cerca del aeropuerto en un pequeñísimo pueblo en donde sólo hay hostales..., hotel en Nuremberg y regreso al aeropuerto el miércoles siguiente.... ¡Menos mal que los billetes son baratos!...
A la preparación específica de la prueba se están uniendo un montón más de problemas y encima problemas de dinero. Por casi cuatrocientos euros podía haber ido San Javier Nuremberg y tan tranquilo, pero cuando no se puede segar se espiga...
El lunes estuve hora y media nadando para hacer unos ridículos 2500 mts. ¡Ni esto me sale bien!. El martes llovía luego no podía hacer el E.T. sin calarme, lo cambie por el gimnasio del miércoles y después hice 1500 mts. en cuarenta y cinco minutos en la piscina de Espinardo. El miércoles hice en la Universidad los setenta y cinco minutos de E.T. que me tocaban el martes y hoy un rodaje de 90 minutos, en el que si puedo intentaré llegar a los dieciocho kilómetros, porque tal y como me salen las cosas últimamente igual no hago ni quince....
¡Dios, mío, ocho de la tarde, en Alemania, a cuatrocientos kilómetros de mi destino, cargado de bolsas!. ¿Llegaré a tiempo a mi destino?. ¿Llegaré con fuerzas para correr?. Lo que yo digo, ¡si al menos hablase alemán!, podría preguntar... ¡Qué malas consecuencias trae ser un torpe!. Lo pienso y me tiemblan las piernas....
¡Hasta mañana, querido diario!

lunes, noviembre 06, 2006

El Jueves. (La Revista que sale los miércoles).
El jueves salí por Coto Cuadros a solanas. Nadie apareció a hacerme compañía. Tuve que utilizar el chubasquero pues parece que ya de una vez se ha metido el otoño en nuestras vidas. Esta vez no hubo sobresaltos ni contratiempos y todo transcurrió con la normalidad con la que habitualmente suele ocurrir. Por la hora y por como se encontraba el tiempo no me crucé con nadie en todo el recorrido. Hice el circuito habitual que me suele durar unos noventa minutos. Como estoy cogiendo algo de forma se me quedó corto. Completé los doce minutos que me faltaban con una vuelta turística alrededor de la urbanización que están construyendo a pocos metros de casa.
Después tuve una reunión con los nazarenos del Miércoles Santo para preparar la cena anual. Me fui imposible poder llegar a las diez a la piscina de Espinardo. Ha sido la primera vez y espero que la última que fallo, aunque en el plan no venía la visita a la piscina. El viernes ya tuve que hacer la primera sesión de natación de acuerdo a un plan que me ha dado mi entrenador. Debía de hacer tres mil cien metros entre el calentamiento, la técnica, el bloque principal y la vuelta a la calma. Como no podía estar en la piscina todo el día y la técnica ya la ejercito casi exclusivamente en Espinardo, quité ese bloque. Al final todo quedó en 2.900 mts. de ná que me ventilé en hora y media. Supongo que será un pequeño desastre. En mi descargo decir que como perdí la cuenta de los metros que llevaba varias veces, seguramente hice doscientos o doscientos cincuenta metros de más. El principal de la sesión consistió en pirámides de 100 mts. suave y 100 mts. fuerte que en cada ocasión aumentaban de cien en cien. Es decir, que me explico con el culo. 100 s + 100 f + 100 s + 200 f......y así sucesivamente.
El sábado amanecí en Aviles en la finca de un amigo. La finca algo espectacular... A las ocho me encaminé hacia el campo a corretear durante hora y media. De nuevo tuve que abrigarme y de nuevo me calló algo de agua por el camino. Llegué hasta uno de los innumerables campos de golf que están construyendo en la zona y volví. Estuvo bien el rodaje y por las distancias de los mapas haría unos dieciocho kilómetros.
El domingo tenía que hacer 100 kms. en bicicleta. Como no quería hacerlos solo, cogí el coche y me vine a Algezares, unos treinta minutos de viaje. Al llegar al punto de reunión recordé con agobio que estos ciclistas, todos en general, los días “de malo” como dicen por aquí, se quedan en la piltra al calor de la santa. Efectivamente, de los ocho o diez que salimos apareció sólo uno. Con pocas ganas nos fuimos hasta Alhama. Como comenzó a lloviznar ligeramente no hicimos más que setenta y cinco y de los cien kilómetros previstos.
Estos ciclistas son genuinos. Cuando salen no hacen más que desafiarse y sprintarse unos a otros y cuando hace mal tiempo ya no tienen que salir, ¿qué clase de preparación quieren hacer?. Uno dio como explicación a no salir con mal tiempo, el que se manchaba la ropa de barrillo y luego es muy difícil quitarlo del maillot.... Alucino con excusas como ésta y más peregrinas. Luego en la grupeta dan lecciones magistrales de entrenamiento, saber estar en bicicleta y ganar grandes vueltas ciclistas.... ¡De risa!.
No puedo dejar de comentar la nueva preocupación que tengo.... El caso es, que como tengo anemia, necesito tomar hierro y vitamina C. El hierro, según dicen los entendidos hay que tomarlo en ayunas porque sino es “absorvido” por otros nutrientes y no hace el efecto deseado en el organismo. Esta explicación no es muy científica pero seguro que lo entendeis. Lo que ocurre es que tengo que tomármelo en ayunas o una vez finalizada la digestión. Con tanto entrenar, trabajar e impartir doctrina no tengo tiempo. Debo hacerlo por la mañana. Como debe transcurrir una hora, al menos, entre que lo tomo y el desayuno, resulta que tengo que levantarme a las cinco y media para desayunar a las seis y media para después poder ir al trabajo desde este lugar perdido de la mano de dios. Decidí que eso era totalmente inaceptable. He tomado la siguiente solución. Antes de acostarme me bebo una botella de litro y medio de agua y me ensobro. Cuando el agua me hace “efecto”, un par de horas después” me levanto para evacuar y este es mi despertador natural, a las cuatro y media o así, regularmente me despierto para sacar fuera de mí esa dolorosa agua que me va a hacer reventar. Aprovecho el momento y me tomo las vitaminas y el hierro y de esa manera evito tener que poner el despertador a las seis. Un día de estos o mojo la cama o revienta la próstata, pero hasta ese momento la solución me saca del atolladero. Además creo que no voy a tener que estar toda la vida tomando esto....
Hoy empiezo un curso de adoctrinamiento. A mi cartera le viene bien, pero a mi cuerpo como dos patadas en el sitio más sensible que tengo, que es el corazón....
Tengo que nadar en la Universidad, miedo me da de mirar cuantos miles de metros tengo que hacer....
¡Hasta mañana, querido diario!.

jueves, noviembre 02, 2006

¿Y cómo fue el mes de octubre?.
Se acabó el mes y llega el momento de hacer recopilación de datos.:
Total de horas: 57:03:41
Pie: 108, 10 km. 9:28:00
Ciclismo 532 km. 18:45:00
Natación 38,40 km. 18:35:00
E.T. 5:00:00
Duatlones: 2:15:41
Fuerza: 3:00:00
Por semanas:
1ª Semana: 8:57:05
2ª Semana: 15:40:00
3ª Semana: 13:46:41
4ª Semana: 13:50:00
Peso 67,1 kg.
Pues esto es todo lo que he hecho estos días. Creo que estoy cumpliendo y que la cosa irá por buen camino.
El martes fui a hacer el E.T., como siempre, a Monte Romero. La diferencia con otras sesiones de E.T. fue que estaba acompañado por Stani. La sesión se hizo más llevadera para ambos y estuvimos comentando todas aquellas cosas que a ambos nos hacían dudar. Después veinte minutos de rodaje por los alrededores de la Universidad.
Tras la sesión tuve la visita, como decían en el internado. La visita consistía en ser llamado por el “hermano tutor” a su despacho y el decía charlar, yo me daba perfectamente cuenta que era sonsacar, los temas que se debatían por los pasillos....
Me dio una solución para la anemia. Comentamos el tema de la natación. Con las tablas de ejercicios que él me ha puesto de más de 3100 mts. diarios, debería pedir trabajo en la piscina y dedicarle ocho horas al tema. Seguramente me haré autónomo y me haré “pofesional” del agua.
Ahora con el hierro que estoy tomando y el agua de la piscina se me está poniendo el estómago como una bomba de relojería. Un día ocasiono una desgracia.
El miércoles salí con Stani en bici. El tenía que hacer 100 km. y yo 80 km. Salimos en dirección a Almoradí. Por el camino me crucé con Marta que iba en un grupeto en dirección contraria a la mía. Al final yo hice un poco más para que Stani no siguiera sólo demasiados kilómetros. Estuvo divertida la salida. Cogimos por detrás a un grupo de Casillas y como todos los ciclistas, intentaron hacernos una envolvente para cortarnos, no pudieron.... Poco a poco nos vamos poniendo fuertes. Quedamos que la próxima semana nos llamaríamos para salir otro día juntos. Hoy un rodaje de noventa minutos, como el Capitán Bajoca ya se ha dado de baja para la sesión de hoy, saldré temprano por Coto Cuadros. Luego tengo una reunión que intentaré liquidar pronto para poder ir a nadar a Espinardo a las diez. ¡Ya veremos si lo consigo!.