Y Probé a ser IMvencible

Triatlon.

lunes, octubre 30, 2006

¡El domingo estuvo bien!
Este domingo hice 90 km. con la peña de Algezares. Comenzaré por el final. Paramos en un bar de Torreagüera, estoy saliendo con ellos desde mayo pero nunca había coincidido en esa parada por unas cosas u otras. El caso es que allí nos liamos y salimos a las tantas. Llegué a casa a las dos de la tarde. Eso no se puede repetir, bastante sacrifico a la gente para que después no aparezca nada más que a comer, la próxima vez o no me quedo o salgo pitando.
La etapa estaba bien, el caso es que estos tíos no les gusta más que subir cuestas. Cuando pregunto cuándo van a haber etapas llanas, contestan que en esas etapas “tó el mundo va enchufao y ni se habla ní ná”. El caso es que hago 90 km. con ellos y termino peor que cuando hago 120 yo solico y con mejor media. El domingo faltaron casi todos los barandas de la peña, así que me dispuse a ayudar en lo que pude marcando ritmos y dando relevos. La verdad es que noto la mejora, sobre todo en el llano, subiendo aún se me atragantan las cuestecicas aunque de los de ayer sólo uno me sacaba algo de ventaja... Lo pasé bastante bien, lástima que estos tíos no tengan casa.... Subimos al pantano de la Pedrera luego Rebate I, que es un puerto con una rampa final dura y después Rebate II que lo hicimos por el lado fácil, sin complicaciones aunque la gente se quedó en todas las ascensiones llegué segundo, es norma en los ciclistas disputar hasta la entrada en el bar... A la vuelta lo de siempre que vienes de la parte de Alicante viento de cara y a joderse todos...Di los relevos que me dejaron, pues iban tostaicos por la cola y cumplí. De nuevo se me ha roto la bici, voy a hacer rico al mecánico. Ahora roza el cambio trasero con los radios de la rueda...
Hoy lunes he ido a nadar mis dos mil metros, intentando hacer las cosas bien aún sacrificando la velocidad.
Ya he recibido el plan de noviembre. La parte buena es que por fín tengo otra carrera, la media de Lorca, ya veremos a que ritmo tengo que hacerla y como estoy, pues lo cierto es que a patica he andado poco aunque el volumen de entrenamiento es enorme y me noto fuerte y en forma... Debo bajar peso, vaya mierda “tó lo que como me engorda”. Este mes me pone que en la natación tengo que hacer técnica y series o pirámides, etc. he contado las repeticiones que hay que hacer y me salen más de tres mil metros por sesión. Tengo que hablar con el “jefe” porque para hacer tres mil metros tengo que estar dos horas nadando y no creo que me dejen estar en la piscina tanto tiempo.... Preguntaré si tengo que adaptar el entrenamiento al tiempo que dispongo o como buen “paraca” hacerlo aunque tenga que pegarme con el vigilante de la piscina....Hoy voy a comenzar a tomar de nuevo las pastillas del colesterol... Tengo una pregunta ¿el colesterol perjudica el rendimiento deportivo?... Puede que sea un manta, a pesar de lo que entreno, porque tenga el colesterol alto...Sería una explicación que me dejaría bastante tranquilo, el caso es echarle la culpa a algo o alguien que no sea yo. El colesterol no se va a quejar. He recibido un mail de los alemanes, dicen que me han cobrado la inscripción. Mi santa ha sido la primera en notarlo cuando ha visto cambiar el color de la cuenta corriente de azul del mar a rojo infernal... Me mira con ojos raros, veremos si no me asesina antes de llegar a junio. Me he comprado unas zapatillas para entrenar. Las que actuales están deformadas por tanto uso y no querría lesionarme o pillar una periostitis o cosa parecida... ¡Con lo que me ha costado la inscripción!. He ido al Decatlhon y con dos cojones me he comprados unas Kalenji, la marca de la casa, espero que no sean una mierda y sean estas zapas las que me lesionen, pero es que por 60 euros no podía dejar de probar, las otras costaban la más barata noventa y no me convencían en exceso. Nunca había sido tan roñoso y menos para estas cosas. Lo cierto es que soy un caprichoso de tres pares. Se ve que como tengo mala conciencia estoy intentado ahorrar el máximo posible...
Mañana E.T. 60 minutos más veinte de rodaje y a las diez a nadar de nuevo... ¡Qué dura es la vida del artista!. ¡Hasta mañana, querido diario!

sábado, octubre 28, 2006

¿Qué tal, querido diario?. Escribo menos pues no es cuestión de repetirse…
Las semanas se repiten con algo de monotonía y no es cuestión de aburrir contando siempre lo mismo…
Este lunes me fui a la Universidad, temprano, sobre las cinco. Reina ahora una gran tranquilidad y hay poca gente en las calles. Normalmente sólo estoy yo en la mía. La gente huye despavorida por lo visto al verme nadar. Una hora… Dejé tiempo ha de contar los metros que hacía, no menos de dos mil que era los que antes hacía. El martes me fui a las cinco de nuevo a la Universidad. Voy ahora más que cuando era estudiante… Bueno en mi época de ese campus lo único que existía era la facultad de medicina donde ahora estudia mi hijo y el campo de rugby donde jugábamos nosotros. Ese campo quedaba justo detrás de donde ahora está la piscina y tardábamos en llegar más de cuarenta minutos desde Murcia, pues el único autobús que subía era el de Espinardo y paraba cientos de veces antes de llegar a su destino. Ahora el campo de rugby está en la pista de atletismo y el antiguo lo han reconvertido en un campo de béisbol. El martes como digo hice una hora de E.T. a solanas y luego veinte minutos de rodaje por la carretera de circunvalación de las instalaciones universitarias. No esperé a que llegaran mis compañeros de entrenos que lo hacía sobre las siete y sin saludar a nadie me fui a casa. Quería merendar y descansar un poquico antes de volver a ir a la piscina, esta vez la de Espinardo, en la que mi monitor me guía por el camino de la verdad. En Espinardo cada vez vamos menos gente a las diez de la noche. Se hace duro la hora de comienzo y conforme se acerca el mal tiempo más. Me comentó Raúl, el entrenador, que tendremos que hace algo con las piernas pues las llevo muy hundidas. A este paso le comenté, si sigo estando más en posición vertical que horizontal, con lo fuerte que me estoy poniendo en cuanto bata un poco más rápido las piernas seré el primer hombre después de J.C. que en vez de nadar ande sobre las aguas… Por lo menos creo que voy mejorando poco a poco, aunque me adelantan los de las calles de aprendizaje y sobre todo me estoy adaptando al medio.
El miércoles sólo tenía que nadar. El capitán Bajoca me llamó para salir a correr juntos. Como soy un sentimental le dije que sí. A las cinco a la Universidad a nadar y a las seis y media quedé con él en casa para correr por Los Cuadros. Me calcé un sesión que no me tocaba, pero para una vez cada tres semanas que el “Capi” se echa al monte y decide correr tampoco iba a decirle que no.
El jueves tenía el primer descanso desde hace un montón de tiempo. Como creo que me estoy volviendo un enfermo, vigorexia creo que llaman a lo que me pasa, no pude cumplirlo. El jueves tenía la sesión de natación con Raúl en Espinardo y no estoy dispuesto a desperdiciar ni uno de los cuarenta euros que me ha costado por lo tanto fui. Como utilicé las aletas para muchos ejercicios de los habituales mil metros que hago en los cuarenta y cinco minutos de los martes y jueves pasé a mil ochocientos o novecientos, es que perdí la cuenta un par de veces…. Volvieron a ir la pareja del jueves pasado. Esta vez ella llevaba un bañador de competición pero él seguía con sus habituales bermudas. Ese pobre chico tiene que llegar a casa con un dolor…. No nadaron esta vez ni un metro, pues dejaron las chanclas en el lado contrario donde todos estamos si se lanzaron al agua en aquel lado donde estuvieron dándose achuchones hasta un poco antes de que sonara la sirena… Se ve que el hombre sale con tiempo para que en el vestuario no nos fijemos como lleva el sable….
El viernes si que tenía que nadar, pero como el jueves no descansé lo utilicé como descanso. Mi santa y yo nos fuimos a los nuevos centros comerciales, estuvimos jugando en la bolera y pasamos una tarde como hacía tiempo que no lo hacíamos… Esto de tanto entrenar es que no deja tiempo pá ná. A las ocho de la mañana me he hecho el análisis de sangre, como uno es un enchufao a las once me han dado los resultados. Mi amiga me ha adelantado que tengo algo de anemia… Cuando le lleve los resultados al “jefe” supongo que tendremos que poner algún remedio… El caso es que no como nada fuera de lo normal y esta semana no he perdido peso, sino que incluso he ganado, ahora se me están poniendo unos músculos en el pecho y brazos que me están dejando muy requeteguapo, lástima que no tenga “agüela” que me diga lo hermoso que me estoy poniendo. Mi amiga alarmada me ha comentado que tengo el colesterol por las nubes, doscientos setenta. Le he contestado que no se preocupe, que lo fabrico para la exportación. Es una secuela familiar, a falta de tierras para dejarme en herencia me dejaron eso. Doscientos setenta es poco con lo que he tenido en otras épocas cuando ni entrenaba ni tenía cuidado con las comidas. De todas formas volveré a tomar las pastillitas de la leche para bajar el colesterol…
Hoy sábado era el segundo día de descanso pero no quería hacer dos seguidos, así que para que no fuera ni lo uno ni lo otro me he ido a la Universidad con la idea de nadar un rato, no mucho, para que el día no fuera de parón absoluto y se encadenaran dos. Al principio me sentía fatal, no podía seguir el ritmo, incluso ha habido un momento en que me he tenido que parar…. Después me he dado cuenta, estaba nadando a tres mil por hora, quizás algo menos, ya lo se que soy un exagerao y claro los pulmones no daban abasto. Cuando me he puesto a mi ritmo, quizás algo más fuerte, he nadado muy bien. Hacía tiempo que no me encontraba tan cómodo nadando, me gustaba, como los toreros en las tardes de buenas faenas. El caso es que iba a parar a los veinte minutos y he seguido hasta casi los cuarenta, momento en que me he obligado a salir del agua, porque sino hubiera continuado un ratico más. Es la primera vez que no estoy deseando terminar la sesión de natación.
El otro día estuvimos viendo aviones para Nuremberg. Hemos decidido esperar hasta diciembre o enero. Ahora mismo las ofertas son vuelos que salen de Madrid de madrugada, luego tendríamos que cenar, dormir, desayunar y guardar el coche en el parking una semana con lo que el total de gastos se dispara a lo mismo que si saliera de Alicante, así que como para coger un vuelo caro siempre hay tiempo vamos a esperar un poco. También estamos barajando el hotel. Decidido será en Nuremberg, preferimos madrugar y salir pronto el día de la prueba que dormir en una tienda de campaña, todos los que vamos somos muy urbanos y sibaritas y no creo que aguantáramos un par de días en esas condiciones….
Mañana noventa kilómetros con la peña de Algezares…. Ya te contaré querido diario….
Mi hermana y mi cuñado Jesús me han comentado que salir en mi diario… Estoy en ello, no os preocupeis que saldreis, debidamente retratados….

lunes, octubre 23, 2006

¡Y la luz se hizo!
De alguna manera se tenía que empezar, lo mejor es encendiendo la luz para ver con claridad. El viernes tenía que nadar una hora. Fue el primer día que realmente me divertí un poquico en la piscina. Lo malo es que la diversión sólo duró veinte minutos. El sábado, mientras montaba en la bici, pensaba que lo más duro de estos entrenamientos es la soledad. Nadar es aburrido de cojones y salir solo en la bici pues también es bastante aburrido y lo peor es que sales a entrenar y te dan ganas de volverte a casa a las primeras de cambio. El viernes estaba nadando y por lo menos a mí me pasa, es difícil que otro vaya a tu mismo ritmo por la calle de adyacente. El caso es que estaba nadando y por la calle de mi derecha iba una pringaillo, como yo que también soy un pringao, que cada cincuenta metros salía a mi vez. Tras la tercera o cuarta vez me di cuenta que me estaba echando carreras. El tío pillo, descansaba mientras que yo hacía la vuelta y cuando llegaba a la parte de la piscina donde él estaba salía como si fuera una carrera. En cuanto me dí cuenta le gané todas las mangas. A los veinte minutos estaba reventado y tuvo que irse. Yo hecho un brazo de mar por el orgullo de haber vencido seguí nadando pues aún me quedaban quince minutos de agua. Estoy seguro que hice algo más de dos mil metros, pero como soy así de buena persona sólo me he apuntado dos mil que son seguros. El sábado tenía una cena que intuía que sería larga, así que decidí hacer los ciento veinte kilómetros de bici. Me fui a Elche, esta vez no me pegué ninguna galleta. Me salió a 30 km/h estuvo muy bien. A la vuelta me encontré con dos compañeros de la grupeta de Algezares, se me hizo muy entretenido el volver. Su compañía me vino muy bien pues aumenté notablemente el ritmo a la vuelta con el viento en contra. Tendremos que hablar con los que están preparando el IM para salir los sábados y no salir más solo. El sábado fuimos a cenar y el sarao se hizo largo. A las cuatro y media nos recogimos. La hora fue intempestuosa pero mi estado era bastante apañado para lo que podría haber sido....
El domingo a las diez y media ya estaba en marcha para hacer el rodaje de 90 minutos. Me fui a los Cuadros. Ya no habían militares y si muchos bikers de montaña. Hacía un buen día y eso ayudó a mi cuerpo a realizar el ejercicio a pesar de las pocas horas de sueño . Por cierto, van ha hacer una autopista que va a destrozar parte de paraje protegido. Resulta que todos los alrededores del bosque lo han hecho zona edificable y ahora tienen que hacer una variante para evitar los atascos de la salida de la Universidad y la autopista de Madrid. Para no tener que expropiar las fincas que el nuevo plan general de urbanismo ha premiado con el título de zona urbanizable haciendo ricos a los nuevos propietarios pues fueron compradas las tierras por especuladores antes de que saliera el plan, han decidido meter la variante por un costado del parque protegido. ¡Cuánta poca vergüenza!. Hice mis noventa minutos con un kilometraje de algo más de diecinueve kilómetros. Hoy de nuevo tengo que ir a la piscina.... ¡Qué dios me pille confesao....!

viernes, octubre 20, 2006

¡Todavía me tiemblan las piernas!
El miércoles por la tarde a las cinco me fui a la piscina. Los del club de natación ya no aparecen por allí. Seguramente ya tendrán arreglada la piscina del colegio donde entrenan normalmente. Su ausencia se nota para bien. De nuevo vuelve a haber sitio en las calles para nadar con tranquilidad y si no llegas demasiado tarde incluso podrías nadar una hora solico en la piscina, mientras que llegan los niños de los cursillos.
El día estaba grisáceo y lloviznaba de vez en cuando. Nadé mi horica, ya no llevo el reloj y no puedo contar las vueltas, pero no haría menos de 2000 mts. A todo ésto tenía que decidir que hacer. El Capitán Bajoca había quedado en llamarme para correr, pero a las cinco cuando me metí en el agua aún no lo había hecho. Al salir de la piscina decidí irme a casa y correr por El Coto Cuadros. Desde casa a la universidad hay cinco kilómetros pero tan mal comunicados que tienes que coger los atascos de la autopista por cojones. A ésto, el Capitán Bajoca como era de prever últimamente, se cayó del cartel con un mensaje comunicando su imposibilidad de asistir. Llegué a casa y sin solución de continuidad me fui para el monte. Era esa hora rara en la que no era de día, pero tampoco de noche. El ambiente pumbleo tampoco ayudaba mucho a ver el paisaje. Decidí ponerme el MP3. Iba yo enfrascado por el Coto y aquello sin ser de noche estaba más oscuro. Llovía. Estaba astraido pensando en como sería mi carrera en Roth. Lo primero que decidí fue no volverla a llamar carrera. Ese no es el objetivo. Tengo que buscar otra forma de denominar el evento. No quiero correr, quiero terminar. La forma de afrontar el reto no es el de una carrera, al menos en mi caso, debe ser algo parecido a conquistar una montaña, hay que hacerlo con mimo, con planificación, con prudencia...
Estaba yo en todo esto escuchando a los “lolailos” del “Barrio” cuando un árbol se movió y se vino hacia mí. No reaccioné, sabía que algo pasaba pero no sabía qué, esto no puede ser real, los pinos centenarios del Coto que durante años se mecían a mi paso cuando entreno mecidos por el viento se venían hacia mí y me cortaban el paso. ¡Me cagué!, pensé, no debía tomar tanto magnesio, ni levadura de cerveza... No me dio tiempo a darme cuenta de nada más. Cuqué los ojos para afinar la vista entre la oscuridad y el hasta ese momento llovizneo que me alegraba el rodaje. Me fijé. ¡Me cago en “tós” sus muertos!. Eran veinte o treinta soldados de operaciones especiales que mimetizados con el terreno estaban emboscados para unas maniobras. Según me explicaron con susurros a verme llegar creían que era su objetivo y se tiraron para mí. Los tíos llevaban el uniforme de camuflaje, ramas de pino amarradas al cuerpo, caras pintadas como en las películas de guerra y unos pedazos de fusiles de tres pares de cojones. ¡Dios, que susto me dieron! Cuando me fijé con más atención me di cuenta que habían escabado ligeramente el suelo y tenían tapadas las mini trincheras con unas pequeñas lonas... En fin todo un espectáculo sino llega a ser por ese susto... Proseguí mi camino pero aquello ya no fue lo mismo. Lo que normalmente hago en una hora tardé setenta minutos y aún me tiemblan las piernas....
Ayer jueves tocaba fuerza en el gimnasio. Parece ser que van a poner máquinas nuevas y van a mejorar el equipamiento... Al poco de llegar llegaron cinco madres jóvenes. Se que eran madres porque ellas se encargaron a voz en grito de airear todos los problemas que tenían con sus churumbeles, profesores de sus churumbeles, maridos, vecinos y demás compañeras de sus saraos... Todas estaban allí por prescripción facultativa, es decir que lo necesitaban urgentemente, mientras que sus nenicos/as disfrutaban de su ausencia en el curso de natación. ¡No se podía estar del nivel de ruido que emitían en su conversación!. Es curioso, se sentaban en los aparatos y en vez de ponerse a realizar el ejercicio se colocaban a hablar. Tenías que pedirle, por favor, que aposentara su enorme culo en otro sitio y que te dejara seguir con tu rutina. Después de una hora de gimnasio veinte minutos de rodaje. Por la noche a las diez cuarenta y cinco minutos de natación en Espinardo. Hice casi todos los ejercicios con aletas. Como me aburro tanto me fijé en una pareja que ya me llamó la atención a la entrada. El con un bañador de pata, por debajo de la rodilla y ella con un bikini rosa, bastante escaso. Imagen no habitual por aquellos lares. No nadaron más de 50 metros. Lo suficiente para llegar a una punta de la piscina, acurrucarse en la esquina y darse un lote de tres pares de cojones, cada vez que sacaba un ojo del agua me fijaba y el tío tenía la lengua en su boca y la mano en un sitio diferente, los otros veinticinco metros los hicieron para volver al lugar donde habían dejado las chanclas. Me entretuvieron la noche.... A mí personalmente me daba igual, no me molestaban, pero resulta curioso los sitios que elige la gente para meterse mano.... A las once menos cuarto, tras mil seiscientos metros, salí hacia casa a cenar.
Hoy tengo una hora de natación. El fin de semana se me presenta complicado, pero de eso ya hablaremos otro día.
P.D.: Un besico a mi “santa” que está delicá. Nenica espero que con la historia esta del IM no te de el año y podamos convivir armonizando intereses....
Otro besico....
¡Hasta mañana, querido diaro!.

miércoles, octubre 18, 2006

¡Uff, que cansado estoy!
Este fin de semana competición el sábado y salida ciclista el domingo con tres puertos y la gente dando palos a diestro y siniestro me están pasando factura. Esta es la primera vez que estoy notando las paticas cargás. Todo sigue en su sitio. Ayer martes hice el E.T., que como ya sabrás, querido diario, no es el personaje de la película sino una tabla de ejercicios de acondicionamiento físico general. Lo hice a solanas a principio de la tarde. Me apetece guiar a la peña “hacia la victoria” es un espectáculo vernos a todos haciendo la tabla al mismo tiempo. No somos precisamente el “Grupo de las Demostraciones Sindicales del Uno de Mayo”, aquellas que se hacían en el Bernabeu y que la mayoría ya no recuerda, en cuanto a coordinación y presteza, pero nos reimos bastante. Por eso prefiero hacerlo solo, me concentro más y aprovecho mejor el tiempo. Luego estuve hablando en la pista con mi entrenador, ná de interés, lo de siempre, que si soy un monstruo de lo bien que lo hago, que si trabajo un montón, el caso es que como no tengo agüela y mi “santa” pasa de mí, pues necesito un baño de autoestima semanal. Mi entrenador supongo que cuando me voy, pensará, “Tanta alegría lleves, como paz dejas”. Pero es que, o se lo digo a él, o tengo que irme a confesar a la iglesia y ya estoy muy mayor para empezar a contar cuentos al “director espiritual”. Entre otras cosas como ya no me “toco” ¡de que coño me va a preguntar el tío!.... Tras la hora de E.T. rodé veinte minutos por la carretera de circunvalación del campus. Cuando corría por allí, escuché a lo lejos los estruendosos sonidos de los amplificadores con una música horrible. Recordé que hoy ,los de Odontología, habían dado “la bienvenida” a los novatos. Mi pobre crío ha tenido que llamar para que alguien pudiera ir a recogerlo al campus. Lllevaba tanta “mierda” encima que le daba vergüenza meterse en el autobús, incluso dudaba que el conductor le dejara subir. En mi época de universitario, ni se salía los jueves, ni había semana de bienvenida, ni ná de ná. ¡Qué tristes éramos!. Sólo vendíamos camisetas, sudaderas y pegatinas para los viajes de estudios y poco más. A lo mejor si había, pero como yo sólo estudiaba y jugaba al truque....
A las diez me fui a la piscina, justo en la media parte del partido del Madrid. Me sorprendo a mí mismo, soy un tío super formal. En otra época la hora, el partido y el cansancio, cada uno por sí solo, habría sido suficiente para haberme quedado en casa. Ayer mi fui como un señor que soy a la piscina. El monitor debe de leer esto, pues si antes digo que no me hace ni puñetero caso, antes se dedica a corregirme. Cuarenta y cinco minutos en los que realicé distintos ejercicios de técnica. Mil quinientos metros salieron. Raúl, así se llama mi “sito” de natación, me hizo correcciones sobre los brazos, creo que sobre los pies ya se ha convencido de que soy minusválido del tren inferior.
Estoy empezando a preocuparme. El otro día meé verde. Yo creo que es por todo el agua que trago en la piscina y todos los productos que le echan para tratarla. Me dio “yuyu” cuando salió aquello de aquel color. Me iré vigilando.... Pero yo creo que tragar tanta agua no puede ser bueno, además si está como está la que trago....
Hoy tengo de nuevo natación y una hora de rodaje. La natación como siempre la haré a solanas en la Universidad. Para el rodaje estoy pendiente de que el “Capitán Bajoca” me llame y así no vaya solo. El tío este está muy desanimado porque dice que nunca le coincide su entrenamiento con el mío y que se aburre. Me ha comentado que se va apuntar en un curso de esgrima... ¡Está como una puta cabra!.... ¡Qué se venga a correr y que se deje de tonterías!. Mañana te cuento si logro convencer al crápula este, querido diario...

lunes, octubre 16, 2006

¡Pues esto ya no tiene vuelta atrás!
Pues eso, que esta mañana a las ocho en punto mi colega “stani” apodado “El hijo del viento” y yo nos hemos inscrito en Roth 2007. Como a mí lo que mas me duelen son las “perras” ahora si que esto no tiene marcha atrás. Doscientos sesenta euros, son muchas horas de trabajo como para después de pagarlas no atreverme al desafío. Para los incrédulos ahí teneis la prueba. Iré aunque lo último que haga en esta vida sea intentar llegar a la otra orilla del canal dichoso. Lo verdaderamente interesante de esto es que mi coche es propiedad de la financiera, mi casa del banco y mi plaza de Roth de Visa, pues la he pagado a crédito. Estaría bonico que estuviera enterrao varios meses y mi santa siguiera pagando plazos de la inscripción...
Los siguientes pasos son: Encontrar avión barato, hotel barato y coche de alquiler barato. Lo del avión está chungo pues tras los primeros escarceos con Internet no veo nada más barato de 350 euros ida y vuelta. El hotel puede quizás hasta salir gratis, pues con el cuerpo que se me está poniendo de “bollicao”·y una pequeña peluca que tape mi calva, hasta me puedo agenciar una teutona, a ser posible, sino teutón que me de aposento y “reposo del guerrero” en su casa.
Hoy me he ido una hora a la piscina pero no he marcado los pasos, habrán salido dos mil metros, aunque igual es lo que me ha parecido y luego han sido menos. De todas maneras no quiero agobiarme demasiado con el tema. Del agua saldré en dos horas diez minutos aunque me tenga que agarrar a la barca de la Cruz Roja. Lo que está bastante mal visto en el triatlón de larga distancia es hacer drafting pero nadie dice nada de agarrarse a la barca, tampoco creo que sea yo el primero en hacerlo y sino... los comienzos siempre fueron difíciles, aguantaré las críticas con estoicismo, pero el fin justifica los medios....
¡Hasta mañana, querido diario!

P.D.: Para el que quiera comprobarlo con sus propios ojos
http://www.challenge-roth.com/de/startliste/startliste_einzel.php?detailanzeigen=ja&starterid=389941&txtName
=&txtVorname=&txtVerein=&selGeschlecht=X&selAK=XX&cbDM
=&cbWM=&txtStartnummer=&JAHR=2007

domingo, octubre 15, 2006

¡Esta semana ha sido la leche casi ni puedo escribir mi diario!
El martes me fui a las diez de la noche a la piscina, la verdad es que es un coñazo pero no debo dejar esta disciplina de lado. Se que no mejoraré gran cosa pero por lo menos que no quede por mi parte…. Empezamos pocos a esa hora y ahora vamos aún menos. Tiene sus cosas buenas. Tengo una calle para mí solo y empezamos a conocernos el pequeño grupo de seis o siete personas. El monitor no me corrige mucho. Para ser más exactos no me corrige nada. Se limita a decirme que ejercicios tengo que hacer pero nunca sale de su boca una indicación o corrección. Los compis de natación preguntan sobre mi intención al nadar. No les queda muy claro el tema de nadar tanto para luego montar en bici y más tarde correr. Me miran como un bicho raro… ¡El caso es que lo soy!.
El miércoles tenía que nadar solamente. El caso es que primero me fui a nadar. Hice unos 2.000 mts. y después quedé con mi hermano, más conocido en el blog como “Capitán Bajoca!. El caso es que inauguraban la Nueva Condomina. Vivo bastante cerca de las nuevas instalaciones. Lo cierto es que han hecho una obra faraónica. De momento unos centros comerciales enormes y el estadio. Enseguida comenzarán el hotel, los edificios de viviendas, los chalets y el campo de golf. De momento sigo viviendo en el campo pero antes llegaba a casa por la autopista en diez minutos y desde que abrieron el centro comercial las colas y atascos son continuos. He perdido una parte de la tranquilidad que rodeaba a mi casa. El caso es que quedamos para correr un poco, aunque a mí no me tocaba. Fuimos por los nuevos accesos del campo de fútbol que desde mi casa son unos cuatro kilómetros. Al final salieron unos doce en una hora ocho minutos. Nos tomamos el tiempo suficiente para ver las instalaciones y la carpa de la selección. Cómo todo el mundo sabrá ya que se lesionó Maxi, el futbolista del Atlético jugaban España y Argentina. A las siete de la tarde los Argentinos, para que no se les hiciera tarde, ya estaban en las inmediaciones del campo, aunque éste estaba cerrado a cal y canto, con bombos, banderas y demás adminículos de animar. Me sorprendió la cantidad de pancartas que parecían gastadas. Pesé: Vaya una gana de venirse de su país y decirle a la piba, ¡Nena!, no se te olvide echar la pancarta a la maleta por si acaso alguna vez vamos a animar a Argentina en España. Un exceso de alcohol hacía que las “Barras” animaran si parar en grandes corros. Cuando terminamos de dar la vuelta, primero al campo y luego a los centros comerciales volvimos al estadio y ya los grupos de Argentinos que seguían cantando estaban rodeados de grupos de Españoles que cantaban a la contra. Me pareció que aquello no iba a acabar con bien. Según parece la sangre no llegó al río pues ni escuché nada en la radio, ni leí al respecto en los periódicos. Del partido ya han hablado con suficiencia los medios de comunicación. Decir que es campo es precioso, al menos por fuera, lástima que sólo sea para ver fútbol.
El jueves bien temprano me fui a correr mis noventa minutos que estaban en el plan por el Coto Cuadros. Ya no hay, o al menos yo no veo, motos de trial. Creo que la benemérita ha tomado cartas en el asunto. Su espacio lo han ocupado bikers, que aunque siguen haciendo rodaduras en el monte, no son tan agresivos con el medio ambiente como los motoristas. Unos diecinueve kilómetros fueron los que cayeron a la buchaca. El día festivo también lo era en mi casa. Mi santa celebraba su onomástica y todos los demás con ella. Le hicimos nuestros regalos y ella nos regaló con su alegría y disposición a hacer felices a los que la rodeamos. Ese día también fue el vigesimo primer aniversario de boda de dos conocidos nuestros. Ella y yo. Un día de la Virgen del Pilar su padre paró el desfile de la Benemérita que celebraba su patrona para que su hijica fuera en coche hasta la iglesia que distaba de su casa diez metros. Nos reímos recordando el montón de sucedidos de aquel día. Almorzamos, tomamos el aperitivo, comimos, tomamos café, copas, merienda y cena. La casa estuvo repleta de gente durante doce horas. Unos llegaban y sucedían a los que ya antes habían comido. Fue agotador, divertido y feliz. Lo malo es que todos los kilos que con tanto esfuerzo había rebajado volvieron a posarse en mi michelines. El viernes me despaché con una hora de fuerza en el gimnasio, más otra hora de natación (2000 mts.) en la piscina de la Universidad. Ayer sábado participé en el Duatlón de Rafal. Una hora tres minutos. Me lo pasé pipa. Me salió el primer parcial más lento que en Almoradí. Tuve la sensación de correr bastante más rápido, por lo que me parece que el primer segmento estaba algo largo. En la bici me corté del primer grupo en el que entré. Pequé de pardillo. A la salida de una curva de noventa grados no subí un piñón y cuando todo el grupo apretó y aceleró después de haber frenado en la curva, no tuve fuerza para mover el desarrollo y aumentar la velocidad. Aprendí para la siguiente vuelta. Después me pilló un grupo en el que se iba bastante deprisa, de hecho cogimos a parte del grupo que me había dejado a mí que se había a su vez partido en dos. Treinta y dos minutos anotó mi crono para casi veinte kilómetros. Como no se hacer las transiciones todo el grupo salió antes que yo a correr y me costó cogerlos casi kilómetro y medio. Los cogí y los dejé a casi todos, nueve minutos cincuenta segundos, para estos dos mil quinientos metros. Esto me hace reafirmarme en mi sensación de que estaba larga el primer segmento, ya que se acortaba algo el circuito la segunda vez sobre la primera.
Hoy he salido con la peña en la bici. Me fui a las ocho y me hice unos 18 kilómetros yo solico. A las nueve menos unos minutos me fui a la salida y nos dispusimos ha realizar la etapa trazada. Tuve unas buenísimas sensaciones para una etapa dura con los altos de la Pedrera, Puerto de San Pedro y al final cambiamos el Cabezo de la Plata por el Puerto del Garruchal, algo más suave por esa vertiente porque había dos o tres de la peña que iban bastante tocados. Paramos en lo alto del Garruchal a tomar unas cervezas, pocas, que aún quedaban unos quince kilómetros para llegar a casa. Una vez en Algezares tiré para el Cabezo de Torres, salieron al final 111 kilómetros de los 120 que estaban programados. Lo pasamos bien, hay un gran ambiente en este grupo que no es muy numeroso pero si muy animoso y alegre.
Mañana, sólo natación. Ya veremos como sale. Hasta mañana, querido diario…

martes, octubre 10, 2006

¡Cada día nado peor!
Ayer me tocaba nadar. Fui a las cinco. Aquello estaba como siempre lleno. Las tres calles de la izquierda con los del club de natación y su vociferante entrenador. En las tres centrales, cuatro o cinco personas por cada una. La una, dos y tres vacías. Resulta que aún no habían empezado las clases de aprendizaje. Como ya me voy soltando y estoy echándole un poquico de cara al asunto me lancé a la calle tres. Estaba vacía y era la que más lejos estaba de los socorristas así que supuse, con acierto, que no irían a decirme nada o tardarían más en darse cuenta. Se que cada día nado peor por varios motivos. Los primeros son hechos objetivos: Trago más agua, noto mayor descoordinación, me cuesta más llegar a la pareta...Luego estás los hechos subjetivos. Ayer no me echó de la calle el socorristas hasta que yo me fui. Resulta que en esa calle ponen a los más avanzados del cursillo y por lo visto ayer no fueron más que dos. El monitor no notó diferencia entre sus chicos y yo. Pensó en todo momento que era uno de sus pupilos y estuvo corrigiéndome y dándome ánimos. Sólo acertó a darse cuenta de su error cuando a los sesenta minutos de haber empezado mi sesión me salí y al verme la geta se dio cuenta que no era de su curso y me preguntó que hacía allí... ¡Me hice el longui y le contesté que no me había dado cuenta que era una calle del cursillo!. Me sugirió que la próxima vez leyera los carteles que hay al borde de la piscina.... Tendré que buscar otra excusa para tirarme a una calle vacía si ésta es del cursillo de iniciación....
Hoy E.T. que he hecho en la pista de Monte Romero, a solanas, bien. Me molestaba ligeramente la costilla que me lastimé el sábado en la bicicleta pero no he ido mal. Luego un rodaje de 20 minutos que como ya había calentado hacía que pudiera ir más ligerico porque no me molestaba tanto la costilla de marras. Esta noche a las diez tengo natación con el monitor, espero que me vaya mejor que ayer. De momento las cosas van bien... ¡Hasta mañana, querido diario!

lunes, octubre 09, 2006

¡Lo que tenía que pasar pasó...!
El viernes me fui a la piscina tempranico. Esperaba que sobre las cinco hubiera menos personal bañándose. Vino a ser que no. Como todos los días estaba llena. Las tres primeras calles estaban ocupadas por una multitud de críos que realizaban un cursillo de natación. Las dos calles de la izquierda estaban ocupadas por los del club de natación. Sólo quedaban tres calles libre que eran las centrales. Sopesé donde tirarme. Una tenía cinco ocupantes y la otra cuatro. En la tercera habían dos. Lógicamente me lancé en la que sólo había dos personas. A los pocos minutos, en un viraje uno de las ocupantes me tocó el hombro. ¿Podrías nadar más rápido o cambiar de calle?, me preguntó amablemente. Me mosqueé. ¡Qué coño le importa a éste lo rápido o lento que voy?. ¡Menos mal que no le dije nada!. Inmediatamente, como intuyendo que había hecho algo mal, mi mirada se dirigió hacia el cartel que encabezaba la calle. “Baño Libre” ponía y un poco más abajo. “Calle Rápida”. ¡Acabáramos!, allí estaban los maquinillas. Como en las otras calles había en esos momentos aún más gente, opté por la salida de geta. Le contesté: “¡No te preocupes, ahora es que estoy calentando, enseguida aprieto el ritmo!”. Por supuesto el único cambio de ritmo que hice fue cuando llegó la hora de pararme que de ritmo lento pasé a velocidad cero. Con el rollo de pararme y que cada vez que me adelantaban me daban un capuzón, los pedazos de esaboríos, no creo que llegara a los dos mil metros, pero faltarían pocos. Estaba cansado. Se nota el trabajo de la semana. Los hombros me dolían y los brazos estaban torpes. ¡Aún más de lo habitual!.
El sábado decidí realizar el rodaje de 120 km. Así el domingo podría salir con la peña y hacer los 84 km. que debían ser ochenta pero que al final fueron noventa. Luego lo cuento.
El sábado salí a los ocho de la mañana, a solanas como siempre. Tomé dirección Alicante. No tenía rumbo fijo sino que me aventuré a realizar lo que saliera. Santomera, El Raal, Zeneta, El Mojón y una vez allí se acaba la provincia de Murcia. Pasando a Alicante nos encontramos con Arneva, Hurchillo y Bigastro. Allí tenía que tomar la primera decisión. Seguir hacia Torrevieja o tirar para Guardamar. Hacia Torrevieja sabía que había cuestas duras. Así que la opción estaba clara. ¡”Pá” Guardamar! Me fui dirección Jacarilla y Benejúzar. Allí marcaba en la enésima rotonda en la que entraba 15 km. hasta Guardamar. Llevaba 35 así que faltarían diez kilómetros para poder dar la vuelta. No es por vacilar, pero llevaba un buen ritmo, iba a unos 37 km/h. Iba pasando a un montón de gente por la carretera. Entro en la redonda como un cohete y a mitad del recto veo un cartel que pone a Elx 25 km. hago los cálculos y en décimas de segundo sabiendo que a Elche no habían cuestas decido rectificar y pasó lo que tenía que pasar. Me faltó espacio para dar la curva. Sabía que me iba a dar una toña de tres pares...Di con la rueda en el bordillo externo de la rotonda. Vi que me caía hacia la carretera y pensé, si viene un coche detrás me pisa, así que enmendé lo que pude la trayectoria y salí hacia el quitamiedoso chocando frontalmente. Salté por encima del quitamiedos con una voltereta digna del “Cirque du Soleil”. Un ciclista que había adelantado hacía pocos metros entró detrás de mí en la rotonda y vió que en un instante había desaparecido. El hombre, buen samaritano, dio dos vueltas a la rotonda hasta que me encontró tirado al borde de un huerto. Me estaba chequeando. Unos arañazo y un dolor en el costado pero nada grave. El hombre me preguntó y me ayudó a salir de la cuneta. Revisamos la bici. ¡También tuve suerte!. La rueda delantera había pinchando pera nada más había ocurrido en la máquina. El hombre se brindó a ayudarme. Amablemente le dije que no hacía falta, que llevaba de tó. Estaba deseando que se fuera para lamerme mis heridas en la intimidad. ¡Qué ridículo!. El ciclista sólo hacía preguntarme ¿Cómo había sido?. Yo intentaba esquivar la pregunta para que no se descojonase de mí. Seguí hasta que el cuentakilómetros marcó 60. Según el indicador de la carretera faltaban cinco kilómetros para Elx. Me había alimentado bien, pero había ido muy rápido. Descontando el tiempo de la caída estaba en 60 kilómetros en una hora cincuenta y cuatro minutos. La vuelta fue otra cosa. El viento soplaba en contra y pronto empecé a notar la velocidad inicial y los golpes de la caída y sobre todo el viento en contra. Iba muerto. Llegué a casa en cuatro horas 18 minutos. Pero muerto. Un tío se me puso a rueda y tó. No dijo ni buenos días. Así que cuando me harté de tenerlo detrás tapándose del viento, puse el plato pequeño y el 23 de piñón y no tuvo más remedio que pasar. ¡Serán jodíos!, ni se molestó en preguntar si podíamos ir dándonos relevos, ¡Sólo quería taparse él!.
El domingo eché la bici en el coche y me dispuse a ir a Algezares, lugar donde la peña toma la salida. La primera en la frente, me dejé los bidones del agua en casa. En la salida un compañero me dio uno. Fuimos hacia Librilla, Alhama y después “párriba” hacia Sierra Espuña. Subimos hacia Gebas y luego regresamos por “La Cola del Caballo”, Librilla, de nuevo, Sangonera la Verde y pal bar. La subida a Gebas se me atragantó un poco. De nuevo tuvimos algún problema logístico con algún miembro del grupo, un par de pinchazos y Pedro que se nos quedaba en cuanto apretábamos un poquico el pie. Para que dejaran de meterse conmigo tuve que hacer un par de relevos, poca cosa, algo para que después me puedan criticar. Si los doy , porque los doy flojillos y si no los doy, por globero chupón. Al final fuimos al Estanco y nos tomamos unas litronas. Llegué tarde a casa, pero mis santa no me echó la bronca... ¡Menos mal!. Lo cierto es que cada vez me encuentro mejor con la bici. No veo tanta mejora en la natación y la verdad, salgo tan poco a pie que no se como iré... Poco a poco. Hoy natación nada más. ¡Hasta mañana, querido diario!.
P.D.: Los de la peña me han dicho si quiero salir a correr en bici en Alemania con la ropa de la peña. Igual les digo que sí, total alguna ropa tendré que ponerme.... ¡Digo yo!.

viernes, octubre 06, 2006

¡Pues ni estaban tan fuertes, ni el gimnasio es gran cosa!
Ayer fue mi primer día de Gimnasio. Tenía que hacer una tabla “pá” ponerme cachas, en plan “bomberos de Bilbao”. La jodía de mi “santa” se quedó mirando atentamente cuando salieron en el telediario. Desde luego no saben admirar el producto del país. Yo estoy casi igual que ellos. Tengo el mismo pelo en la cabeza que ellos en el pecho. ¡Algún parecido razonable tenía que establecer!.
Siempre con mi habitual costumbre de preguntar antes de actuar, me informé sobre que debía de hacer para poder utilizar la instalación. Una toalla, dejar el dni para que me dieran el pincho “pá sujetar las pesas de las máquinas” y ná más hacía falta. A las cinco de la tarde, hora taurina por antonomasia, me dispuse a hacer el paseillo en dirección al gimnasio. A esa hora sólo estábamos en él “los esmirriaos”. Quien más músculos tenía de las personas que se hallaban en la estancia era la señora de la limpieza, que estaba a esa hora realizando sus labores propias. Desilusionado por no encontrar otros seres enfermos de vigoresia como yo, pasé de quitarme la camiseta y no enseñé mis albóndigas al respetable. Ni los usuarios eran armarios, ni las instalaciones tan estupendas como me presuponía tras las vidrieras. Material escaso y en no muy buen estado de conservación, pero suficiente para que pudiera realizar mi entreno. A media sesión llegaron tres “Maris”. Criticaron en voz alta, igual que yo había hecho interiormente, la cutrez de las instalaciones en relación con su peso y se pusieron las bicis estáticas frente a la novela que a esa hora pasaban por la tele, en la Cinco. Hablaban de sus niñas, de sus maridos, de los profesores de las primeras y de las amigas que se habían quedado en la piscina viendo como sus retoños aprendían a nadar. Excepto sus vástagos todos eran merecedores de reproches por la su mala actitud frente a las susodichas y por ver maldad en todas sus acciones y pregones. Me alegré de no ser motivo de sus conversaciones, pero supongo que cuando me fui algún latinajo me caería por ser un viejo exhibicionista.
Tras los ejercicios de pesas me fui a correr durante veinte minutos. Recorrí el anillo de circunvalación del campus, esta vez en el sentido contrario al de ayer. Me crucé con un par de “Marujillas” que hacían deportes, seguro que por prescripción facultativa, lo cierto es que lo necesitaban.
Tras ducharme a casita. Esperé que fueran las diez menos cuarto y con un poco de grima, cogí la bolsa de deporte y me fui a la piscina de Espinardo. Esta vez Raúl, que así se llama se “profe” de natación si que me puso tarea. Comencé con 400 mts. de calentamiento y luego estuvimos haciendo técnica. Lo primero fueron los pies, cosa que me dio ocasión de estrenar las aletas que mi “santa” me regaló por mi santo. Después seguimos con punto muerto y algunas cosas más. Al final unos 1400 mts. salieron o quizás alguno más, se me perdió la cuenta. Esta vez me fui de la piscina con todo. Cada vez que he ido me he olvidado las gafas, la toalla y lo último fue el carnet de entrada.
Hoy tengo que hacer piscina. Iré a las cinco a la Universidad. El sábado haré los 120 km. en bici. No se hacia donde iré. Supongo que para Elche y Crevillente. El domingo 80 con la peña de Algezares.
¡Hasta el lunes, querido diario!.

jueves, octubre 05, 2006

¡Y se acabó el día de mi santo!.
El día de mi santo se saldó de forma favorable. Sólo vino a verme mi cuñada luego nada más que me tomé un quinto. "Ná de ná", comparado con lo que tomaba antes de ser adducido por la "secta de la vida sana". Tuve proposiciones para ir a tomar unas copas pero con la fuerza de voluntad que me caracteriza puede dejarlas para el fin de semana. Los fines de semana suelen ser desastrosos para "mi sano organismo", pero ya estoy muy mayor para cambiar tan radicalmente. Quedamos con mis hermanos/a para el sábado por la tarde. Vendrán a casa y a la vera de la piscina nos tomaremos unos "piscolabis".
Ayer a las cinco me presenté en la piscina dispuesto a realizar mi entrenamiento de natación. Aquello estaba como la plaza de toros ¡abarrotá!. En tres calles estaban los del C.N. Fuensanta con un entrenador que les daba unas voces de tres pares. Me recordó a mi etapa como "mister". Lo cierto es que si fuéramos conscientes de la mala imagen que transmitimos con esa pérdida de nervios y esos gritos no lo haríamos. La verdad es que te hace hervir la sangre cuando alguno de tus pupilos están tocandose el "mingo" mientras los demás se esfuerzan y gritas. También es cierto que hay que mantener la tensión y hay que motivar, pero demasiadas veces perdemos las formas. En el resto de las calles había un montón de gente. Intenté meterme en la que menos había. Con mi poca facilidad para nadar, lo concurrido de la ocasión y que se paraban cada dos por tres, aquello no iba muy fluido. Me tiré a la calle de los cursillos, total aún no habían empezado. Allí estuve hasta que la monitora, amablemente, me pegó un grito para que me saliera. En eso los del club de natación estaban terminando. Me pasé a su calle y allí me quedé estupendamente hasta que un par de nadadores mordieron la jugada y se vinieron para allí. Al final era yo el que les molestaba a ellos. Lo de la natación debe tener un truco que yo aún no he pillado. ¿Cómo pueden nadar una hora sin pararse un puñao de veces?. La respuesta debe ser, espero que no, que lo habitual deba de ser pararse. Yo en principio me niego a ello. Así que intentaré seguir haciendo una hora, mientras que nadie me ordene lo contrario de nado continuado. Supongo que más adelante me mandarán hacer series. De momento los cien metros me salían a 3:15 (¡ojalá me salieran así a pie los miles!) y ya los he rebajado a 2:45 ó por ahí. Luego tenía que hacer una hora de rodaje. Es la primera vez que me sentí bien en esa piscina. Le pregunté a la chica de recepción si podía salir a correr y luego volver a la piscina a ducharme. Me contestó que:"¡Por supuesto!". Así que cuando terminé de nadar me puse el ato de "atleta" y me fui a correr. El vestíbulo de la piscina estaba a tope y ahí que salí yo con este tipito que se me está quedando de tío de almanaque. Piernas depiladas y fibrosas y una gracia "pá correr". El personal se quedó mirando. Yo quise pensar que me miraban por la admiración que despertaba. Luego en la tranquilidad del rodaje llegué a la conclusión de que seguramente me miraron porque se había corrido la voz de que el "friky" después de beberse media piscina iba a darse un garbeo en calzoncillos. A los pobres nadadores le tienen que rociar con cazos los lomos como a las ballenas varadas en la orilla, para que no se deshidraten cuando yo me voy y el personal de mantenimiento mete la manguera en la piscina para volverle a poner el nivel adecuado. Total, que aunque me pusiera pelo que es lo único que me falta para tener un cuerpo cinco estrellas no me iba a mirar nadie sino es para descojonarse...
Estuve dando vueltas al campus universitario que tiene de perímetro, por si a alguien le interesa 2.720 mts. medidos con un gps. Salieron cuatro vueltas más el llegar de la piscina al anillo de circunvalación. Once kilómetros en 60 minutos. No es mucho pero tampoco creo que esté mal para ser el primer día que hacía este tipo de sesión.
Hoy tengo que hacer Fuerza. Iré al gimnasio de la piscina. Por eso me he apuntado a esa, además de que puedo ir al horario que más me convenga puedo utilizar el gimnasio. Tendré que preguntar sobre los "usos y constumbres de la instalación" no quiero meter la patica como siempre. Por las cristaleras se ven dentro unos armario de tres puertas que acojonan. Espero que no tenga que quitar de las halteras cien kilos de peso cada vez que quiera usarlas. La gente se ve cañón. La mayoría son los hormonados aspirantes a bomberos. Si en las oposiciones a policía o bomberos hicieran control antidoping no aprobadan ni la mitad de la mitad de los que lo hacen ahora. Esta noche a las diez tengo de nuevo piscina en Espinardo. Espero que mi monitor, esta vez sí, se atreva a corregirme y a mandarme algo para hacer....
Gracias a todos los que me felicitaron ayer y que me disculpen a los que no les devolví el mensaje, soy un desastre... Felicidades con retraso "Fran".
¡Hasta mañana, querido diario!.

miércoles, octubre 04, 2006

¡A los globeros nos da tiempo “pá tó”!
Todavía colean los recuerdos de la prueba del domingo. Mientras que esperábamos para la salida estuve hablando con los participantes que estaban a mi alrededor. Es lo bueno que tiene salir sin objetivos. Te pones atrás del mogollón y da tiempo a presentarse, contarse el historial deportivo... El chico que se puso al lado mío, era bastante más joven que yo. Había empezado con el triatlón a principios de mes, comprándose una bicicleta. Venía de la Maratón, era de Valencia, tenía cuatro horas como mejor marca.... Toda una radiografía. Yo no puede menos que mentirle. No le iba a decir que era un especialista o que yo también debutaba, la vez de Lorca ni se debe tener en cuenta. Le dije que había aprendido a nadar en Agosto, omití que mi señorita se llamaba Rothenmeller y como no estaba muy seguro de cómo me saldría la cosa evité comentar mis tiempos y marcas. Cuando recogíamos la bici volvimos a coincidir. Comentamos como nos había ido. Me dijo que me vió en el primer segmento y que iba muy bien. Me gusto el despertar admiración en los demás. El ego, la vanidad y la autocomplacencia deben anidar en mi desde hace muchos años, aunque no me haya decidido a hacerlo público hasta hoy. Si le llego a contar que entreno más que un “profesional” y que había puesto la rueda de la bicicleta al revés y por eso no me funcionaba el cuentakilómetros seguro que su admiración se habría desvanecido.
Ayer hice el E.T.. Una hora a solanas a mediodía con un calor de la leche se hizo duro. Yo hacía el pavo, esa es la sensación que me da cuando lo hago solo y una rubia que en el sufrimiento, la lejanía y el aburrimiento me parecía que estaba muy buena, rodaba por la pradera del estadio. Los musculosos y debidamente farmacopeados aspirantes a bomberos hacían series imposibles de cuatrocientos teniendo en cuenta la cantidad de músculo que llevan sobre su cuerpo. Terminé y encima me tuve que hacer otros 20 minutos de rodaje. Creí que nunca llegaría el momento de irme a comer.
Por la noche, a las diez, me fui a la piscina de Espinardo donde el monitor me iba a corregir y a ponerme ejercicios específicos de mejora. Al llegar allí, varios de los que el jueves anterior estaban en mi sesión que fue a las nueve, me preguntaron porqué había llegado tarde. Les dije que me había pasado a otra hora. De nuevo la vanidad me subió por las mejillas como a las quinceañeras el rubor. Me comentaron que se habían dado cuenta que yo nadaba mucho y que allí había estado perdiendo el tiempo. Estos comentarios, a parte de autocomplacerme, me confirmó que los chiquillos no tenían ni idea de natación. La verdad es que nado constante, pero bien, ni muchos menos. A las diez en punto me lancé a la piscina y a las 10 cuarenta y cinco sonó la bocina de fin de sesión. En ese tiempo hice algo más de mil quinientos metros y el monitor no me dijo ni “mú”. Al finalizar me comentó: ¡No has parado ni un momento de nadar!. Yo le contesté: ¡Cómo no me has dicho nada!. Total que debo parecer un ogro y el pobre zagalico no se atrevió a interrumpirme en toda la noche. Quedamos en que yo comprendía que en la piscina había más gente que yo. Así que me lanzaría al agua a nadar y que de él debía salir la iniciativa de pararme, corregirme, ponerme ejercicios... Yo no iba a estar todo el rato preguntando o importunándolo.
Esta tarde un rodaje de 60 minutos y una hora de natación. Seguramente nadaré primero, para que no haya mucho tráfico en la calle de la piscina, cuando termine haré el rodaje por los cuadros.
Al final el mes de septiembre terminó de la siguiente manera:
Correr: 136,36 km. en 11:05:56 h.
Bicicleta: 590 km. en 21:16:00 h.
Natación: 29 Km. en 15:46:56 h.
E.T.: 03:45:00 h.
Tiempo por semanas
1ª Semana: 10:27:30 h.
2ª Semana: 13:05:26 h.
3ª Semana: 13:03:00 h.
4ª Semana: 07:47:56 h.
Total: 51:53:52
Pues así terminó el mes de Septiembre.

lunes, octubre 02, 2006

¡Una nueva piscina!
El jueves fui por primera vez a la piscina de Espinardo. Estaba lloviendo y había bastante aparato eléctrico. Al mediodía hice mi rodaje de noventa minutos. Casi al final del recorrido el sol se oscureció. La tarde fue empeorando y ya al anochecer comenzó la tormenta. Tenía la esperanza que se suspendiera la sesión de natación. La piscina está cubierta por un globo que la climatiza. Cuando hay viento excesivo o aparato eléctrico por precaución se suspenden las sesiones.
De nuevo me tocó hacer una exhibición para que los monitores decidieran en que grupo ponerme a trabajar, si el avanzado o el de principiantes. Me pusieron en el primero, creo más por amistad que por habilidades. Ya a la entrada hice la primera, me metí en el vestuario sin dejar el carnet de usuario. Cuando salí de él, la conserje me estaba esperando para darme a conocer las normas.
Comenzó la sesión y mientras unos iban otros venía. Yo les estorbaba cuando hacían pies pues mi menda no avanzaba ni un metro. Ellos me hacían parar cuando hacía croll porque iban muy lentos. La cosa comenzó con mal pie desde el principio. De los cuarenta y cinco minutos no estaríamos nadando ni treinta. De mutuo acuerdo decidí con la monitora que esta semana me cambiaría de horario por uno en el que hubiera bastante menos gente y pudiera desarrollar mi entrenamiento con más normalidad. Esta semana iré martes y jueves a partir de las diez de la noche y tendré una calle y un entrenador para mí solo. Lo peor es la hora, se me va a hacer el día interminable.
El viernes, los Miguelangeles invitaban por su santo. Un buen aperitivo que se alargó hasta casi las tres de la tarde. Con la panza llena cualquiera se va a nadar. Esperé hasta que se hicieron las siete y me fui a la piscina. No llevaba cuerpo para ná. Así que entre que se me paró, otra vez, el reloj y que estaba deseando terminar, no se si hice los dos mil metros de rigor o no. Tampoco faltarían muchos metros....
El sábado tocaban cuarenta kilómetros en bicicleta suaves. Me fui hasta Zeneta y volví. Al final me salieron algo más rápidos de lo que pensaba pero no fue nada grave.
El domingo me había inscrito en el Duatlón de Almoradí. En esta prueba están empeñados en que en el segmento de bici no se pueda chupar rueda. ¡Son ganas de buscar problemas!. En un circuito de siete kilómetros no hay forma de meter a doscientos tíos sin que se junten en algún momento. Además el tráfico está abierto y no te puedes abrir al carril de la izquierda pues te puede chafar un coche.... Lo que es imposible, debería estar prohibido.
Estaba muy animado. No habiendo natación, esperaba poder estar en carrera al menos un poco de tiempo. Lo de Molina fue un jarro de agua fría. Antes de empezar me encontré con mi amigo Manolo Cortizo, estuvimos comentando mi debut en el triatlón y que él se iba a Ibiza al Campeonato de España de Larga Distancia esta próxima semana. El primer segmento lo hice en unos 18 minutos. No fue un cinco mil de olimpiada pero no estuvo mal. Tardé un poquico en ponerme las zapas de bici y por supuesto otro poquico en subirme a la bici. De todos es sabido mi falta de habilidad para dirigir la bici. Me pongo a ciclar como un poseso y el cuenta kilómetros no pasaba de cero.... ¡Me cago en la leche, seré globero!. Con las prisas y los nervios puse la rueda del revés y el imán estaba en la otra vaina de la orquilla. Lo cierto es que me salió un bici bastante decentilla. Me encontré bien y sobre todo disfruté mucho, cosa que no hice la vez anterior. Me bajé de la bici. Con mucha educación me fui a un lado de la calle y me bajé como un verdadero inútil y poco a poco fui llegando hasta mi sitio en boxes a dejar la bicicleta. Comencé a correr con la idea de volver a pillar a todos los que me habían adelantado en la transición. Cogí a un buen número de ellos. Me salió un dos mil quinientos bastante decentillo. Al final cuando haces un poco de reflexión de la carrera me quedé con la idea de que en el primer segmento podía haber corrido algo más. La bici bien y también bien el segundo segmento. Ver que voy mejorando me anima a seguir entrenando. Lo cierto es que esto no ha hecho más que empezar pero estoy muy ilusionado. Esta tarde haré otra sesión de natación en la Universidad. ¡Hasta mañana!,. querido diario.
P.D.: El viernes llegó a casa un nuevo perro. Es un pastor alemán muy bonico. Estaban buscando nombre y mis críos, junto con mi santa, han tenido el detalle de ponerle el nombre de "Garban". Estoy muy agradecido por ese pequeño homenaje... ¡Gracias!